Los 500 niños del comedor 'Sol Naciente', ubicado en el Barrio Illia del Bajo Floresporteño, necesitan con urgencia donaciones de comida para poder tener las raciones de cantidad y calidad suficiente que venían recibiendo y que se han visto reducidas debido a crisis generada por la pandemia de coronavirus.
Por ese motivo, los abnegados voluntarios del comedor solicitan que quienes puedan donar alimentos no perecederos se les envíen a la siguiente dirección: Agustín de Vedia 2500, Barrio Illia, Manzana 2, Casa 29, del barrio porteño de Bajo Flores. Las personas que puedan ayudar con sus donaciones pero no tengan la posibilidad de acercarlas personalmente, pueden comunicarse telefónicamente al 11 3913 1776, para coordinar la entrega.
Al límite
El esfuerzo que desinteresadamente realizan los responsables del comedor "Sol Naciente", que funciona desde 1998, requiere de la ayuda de todos. Una de las vecinas y voluntarias de la obra señaló a POPULAR que "el comedor se sostiene con 160 raciones del Gobierno de la Ciudad y 200 más que a pulmón y con donaciones de los vecinos se consiguen". No obstante el esfuerzo, no se llega con la cantidad y los nutrientes suficientes para cada niño porque las 360 porciones deben convertirse en 500 para que coman todos, según explicaron los voluntarios.
El comedor del Barrio Illia no solo ofrece alimento a los chicos, sino que además brinda contención a muchas mujeres y a sus hijos que están en situación de calle, por lo cual los recursos son insuficientes.
"Ayer dimos una ración pequeña a cada chico y hoy sólo queda un poco de arroz con huevo', expresó con preocupación una de las doce vecinas que colabora con el comedor "Sol Naciente", al que concurre con sus cuatro hijos.
Más de 23 años de solidaridad
"Sol Naciente" funciona desde 1998 por iniciativa de Lidia Hernández y otros vecinos del Barrio Illia y la villa 1.11.14. El comedor se sostiene con 160 raciones aportadas por Gobierno de la Ciudad y otras 200 que se recolectan por medio de pequeñas donaciones hechas por los mismos vecinos y pequeños comerciales del lugar.
El comedor produce su propio pan en hornos comunitarios, para lo cual utiliza 75 kilogramos diarios de harina. También necesitan alimentos no perecederos como arroz, fideos, leche en polvo, tomates y salsa de tomates en lata, entre otros productos.
Además, debido al inicio de las clases, esos chicos requieren delantales, útiles escolares, zapatillas y mochilas.
Todas las donaciones se destinarán a los niños del barrio que más lo necesitan. La trayectoria de de más de 23 años y la participación de voluntarios del propio barrio, son la mejor garantía de honestidad y solidaridad.
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