Pese a ser animales domésticos por excelencia, los perros descienden de los lobos. Dos estudios científicos revelaron datos sorprendentes sobre los mejores amigos de los seres humanos.
La mayoría de los perros modernos, desde el pastor de Shiloh al pequeño chihuahua, tienen antepasados lobos detectables que han moldeado las características y la evolución de esos animales.
Los perros protagonizan dos estudios que publicó recientemente la revista PNAS, el primero sobre su ascendencia del lobo y el segundo sobre los golden retriever y cómo algunos de sus comportamientos están determinados por los mismos genes que los de los humanos.
Un estudio del Museo Americano de Historia Natural (Estados Unidos) revela que la mayoría de los perros actuales tienen niveles bajos pero detectables de ascendencia lobuna posterior a la domesticación, lo que probablemente ha moldeado características como el tamaño corporal, el sentido del olfato y los rasgos de personalidad.
El estudio sugiere que este flujo genético recién descubierto puede ayudar a proporcionar ventajas únicas para la supervivencia de los perros en diversos entornos humanos.
Los perros evolucionaron a partir de una población extinta de lobos grises bajo la influencia humana durante el Pleistoceno tardío, hace unos 20.000 años.
Antes de este estudio, “la ciencia dominante parecía sugerir que, para que un perro sea un perro, no puede haber mucho ADN de lobo presente, si es que hay alguno”, según Audrey Lin, del Museo Americano de Historia Natural y una de las firmantes del artículo.
Sin embargo, el equipo descubrió que si se analiza con detenimiento, el lobo está presente en el genoma de los perros actuales.
Los investigadores exploraron el flujo genético histórico entre perros y lobos utilizando más de 2.700 genomas que abarcan desde el Pleistoceno tardío hasta la actualidad.
Casi dos tercios de los perros de raza tienen ascendencia lobuna en su genoma nuclear, procedente de cruces que tuvieron lugar hace unas mil generaciones, indica el estudio.
La ascendencia de lobo es mayor entre los perros más grandes y en aquellos criados para ciertos tipos de trabajo, incluidos los perros de trineo del Ártico.
Los perros lobo checoslovacos y Saarloos, que fueron criados mediante hibridación con lobos, tenían los niveles más altos de ascendencia de ese animal, de un 23 a un 40 % de sus genomas.
Pastor de Shiloh, un perro que tiene mucho de lobo
Entre los perros de raza, los más lobunos eran el gran sabueso tricolor anglo-francés (entre un 4,7 y un 5,7 %) y el pastor Shiloh (2,7 %). Incluso el chihuahua tiene alrededor de un 0,2 % de ascendencia de lobo, señala el Museo Americano de Historia Natural.
En cambio, los Terriers, los perros de caza y los sabuesos son, en promedio, los que menos ascendencia tienen. Mientras que algunos perros guardianes de gran tamaño tienen una elevada ascendencia lobuna, otros, como el Mastín napolitano, el Bullmastiff y el San Bernardo, no tienen ninguna detectable.