Así lo destaca un informe de la asociación civil ALMA, en el marco del Día Mundial del Cáncer, que se conmemora este lunes, ya que ahora muchos tipos de este mal se tratan en primera instancia con medicaciones modernas, en forma de comprimidos

La quimioterapia salvó vidas durante los últimos 70 años y lo seguirá haciendo durante más tiempo, aunque la ciencia ha ido obteniendo cada vez más conocimiento de los mecanismos que desencadenan los diversos tipos de cáncer, por lo que se fueron desarrollando medicamentos más modernos, más precisos y menos tóxicos, con mejores resultados y más tolerables para los pacientes.

Esto da la pauta de que el abordaje terapéutico tradicional tiene cada vez más próxima su fecha de vencimiento, según destacó la asociación civil ALMA en el marco del día mundial del cáncer, que se conmemora hoy. “Como pacientes, cada vez más informados e involucrados con los tratamientos que nos indican los profesionales de la salud, nos entusiasma ir viendo cómo la ciencia avanza y mejora las opciones terapéuticas en el manejo del cáncer. Tener hoy una leucemia plantea un escenario completamente diferente de lo que era 20 ó 30 años atrás”, sostuvo Fernando Piotrowski, Director Ejecutivo de la ALMA.

Desde la asociación, que acompaña a personas con distintos tipos de leucemia, quieren destacar primero, y por sobre todas las cosas, que hoy el “cáncer” no es sinónimo de “muerte”, sino que, muy por el contrario, cada vez se obtienen tasas de curación y de remisión más elevadas en muchos tipos de cáncer.

Por otro lado, aprovecharon para aclarar que “cáncer” tampoco es sinónimo de “quimioterapia”, con todo lo que eso representa, como caída del pelo, cansancio, síntomas gastrointestinales severos y, lo que es más grave, debilitamiento del sistema inmunológico, con el consecuente riesgo aumentado de infecciones que pueden poner en riesgo la vida.

“Hoy muchos tipos de cáncer se tratan en primera instancia con medicaciones modernas, en forma de comprimidos, con las que la persona no necesita acudir a un hospital o quedarse internada como si sucedía con la quimioterapia”, explicó Piotrowski.

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Un caso paradigmático es el de la leucemia más frecuente en adultos, la que se conoce como linfocítica crónica. Hasta hace pocos años, la única herramienta con que contaban los médicos era la quimioterapia, con resultados modestos. Hoy, en cambio, hay medicamentos orales que demostraron resultados sumamente alentadores y que están disponibles en la Argentina.

“Esta es una leucemia en la que no todos los pacientes necesitarán ser tratados y algunos no lo precisarán cuando se los diagnóstica, pero sí una vez que la enfermedad avanza, por eso es importante detectarla (como no da síntomas concretos, en ocasiones se diagnostica inesperadamente en un chequeo de rutina) y luego realizar un adecuado seguimiento del cuadro para ir monitoreando su evolución.

Lo más importante, destacaron desde ALMA, es que el paciente reciba siempre el tratamiento que mejor resultado le ofrezca para controlar su situación de salud, pero no debe dejarse de lado que el impacto de las medicaciones en su calidad de vida puede ser grande, por eso es una buena noticia que las nuevas medicaciones presenten mejores perfiles de toxicidad y sean orales.

En el caso de la quimioterapia, la duración del tratamiento depende de cada patología y del paciente en particular: puede variar desde aplicaciones ambulatorias hasta internaciones de muchas semanas, lo que además de generar costos en el sistema sanitario expone a las personas a mayores riesgos de infecciones potencialmente difíciles de abordar.

“Cuando los pacientes se acercan a los eventos que organizamos, una de las principales preocupaciones que manifiestan tiene que ver con cómo se sentirán con el tratamiento que inicien, si su cuerpo se verá afectado y si tendrán energía para continuar con su vida lo más normal posible. El impacto del tratamiento es un aspecto que pesa”, reconoció Piotrowski.

Con frecuencia, quienes están recibiendo terapias dirigidas no ven alterada significativamente su rutina. Seguramente, enfrenten algún efecto adverso, pero nada en comparación con la quimioterapia, por lo que pueden seguir trabajando, alimentarse como venían haciéndolo e, inclusive, realizar actividad física moderada, siempre consensuando todo esto con su médico tratante.

Las células sanguíneas son producidas por la médula ósea. A medida que se dividen y maduran, van transformándose en células sanguíneas de diferentes tipos.

Cuando una de las células que va a formar glóbulos blancos cambia y se convierte en una célula de leucemia, ya no madura normalmente. Generalmente, se divide más rápido de lo normal. Las células leucémicas no mueren cuando deberían hacerlo, sino que se acumulan en la médula ósea reemplazando a las normales.

En algún momento, éstas salen de la médula ósea y entran al torrente sanguíneo, causando un aumento en el número de glóbulos blancos en la sangre.

Para más información, seguir a Asociación Leucemia Mieloide Argentina en Facebook o escribir a [email protected].

El cáncer de pulmón, el colorrectal y el de mama, los más letales

El cáncer de pulmón es el que más muertes por año causa en Argentina, seguido por el colorrectal y el de mama, según estadísticas del Instituto Nacional del Cáncer (INC) difundidas con motivo de celebrarse hoy el día mundial de esa enfermedad.

Las últimas estadísticas muestran que 14 personas por hora son diagnosticadas con cáncer en el país, donde la incidencia de la enfermedad es media-alta respecto al nivel mundial, ya que se registran 212 cuadros positivos por cada 100.000 habitantes.

El INC precisó que los porcentajes de casos son similares en ambos sexos: 269 diagnósticos nuevos por año por cada 100.000 varones y 290 por cada 100.000 mujeres, mientras que según estimaciones de la Agencia Internacional de Investigación sobre Cáncer (IARC), el 6,8% (7.600) de los diagnósticos locales “están vinculados con la obesidad”.

“La obesidad, el sedentarismo y una dieta escasa en frutas y verduras son factores de riesgo, porque generan cambios hormonales que propician el desarrollo de algunos tumores”, explicó Celeste Díaz, especialista en oncología clínica del INC.

Sobre los tipos de cáncer vinculados con la obesidad, precisó que son aquellos del tubo digestivo, como el colorrectal, y los ginecológicos, en el caso de las mujeres en edad menopáusica.

Sobre la mortalidad, el INC detalló que el cáncer de pulmón, ubicado en el primer puesto, genera 10.662 defunciones al año, es decir, el 16% de las muertes por esa enfermedad en ambos sexos, mientras que representa el 19,2% del total en varones.

El cáncer colorrectal se ubicó en segundo lugar con el 12,8% de las muertes (8.721), mientras que el de mama ocupó el tercer lugar con 6.380. El informe aclara que “si bien al contemplar ambos sexos esa patología representó el 9,3% de los fallecimientos, en las mujeres abarcó el 19,2% del total”.

Le siguen el cáncer de páncreas (4.683) y próstata (3.974), que representan el 6,9% y 5,8 de las muertes respectivamente, indicó el INC.

En cuanto al tipo más prevalente, el organismo precisó que en 2018 el cáncer de mama representó el 17% de todos los tumores malignos detectados (21.000 casos), y casi un tercio de los cánceres femeninos.

Le siguieron en prevalencia el cáncer colorrectal, con 15.692 casos (13% del total), de próstata y de pulmón, que representaron cada uno el 9,3% de los tumores detectados.

“Más del 50 por ciento de los casos de cáncer colorrectal se detecta en etapa avanzada, cuando las chances de curación son pocas”, dijo al respecto Díaz.

En tanto, un 9,8% (11.000) se vincula a diez agentes infecciosos: una bacteria (Helicobacter pylori), seis virus (hepatitis B y virus papiloma humano -VPH-, entre otros ) y tres parásitos (Opisthorchis viverrini, Clonorchis sinensis y Schistosoma haematobium).

Campaña para hablar del cáncer “en positivo”

Doce organizaciones llevarán adelante la campaña “Cáncer: hablemos en positivo”, que propone referirse a la enfermedad sin eufemismos, tabúes ni estereotipos y dejar de utilizar términos bélicos como “batalla” o “lucha”, informaron ayer los impulsores de la iniciativa.

La campaña, que se lanzará con motivo del Día Mundial del Cáncer, había tenido una primera y “muy exitosa” edición el año pasado, por lo que decidieron volver a presentarla porque “aún queda mucho por mejorar”.

“La mayoría de las personas con cáncer que participan de nuestras actividades manifiesta que la carga violenta de las palabras no ayuda a su estado de ánimo y, por ende, no beneficia a su recuperación”, apuntó María Alejandra Iglesias, presidenta de Asociación Civil Sostén.

Agregó que los pacientes “solicitan llamar a las cosas por su nombre y evitar las palabras bélicas que los ponen en el lugar de ganar o perder, así como cambiar el léxico y hablar sin eufemismos, lo que evita el temor a los controles”.

Por su parte Marta Mattiusi, presidenta del Movimiento Ayuda Cáncer de Mama (Macma) comentó que esa agrupación dejó de usar la palabra “lucha”, que está “muy instalada”, para generar “mensajes positivos que concienticen”.

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