Esta tarde, Eduardo, un chico venezolano que trabaja para Glovo, pasaba por la embajada de Venezuela con su bolso de delivery. Al verlo, un grupo de manifestantes a favor de Nicolás Maduro le arrebató su celular.
Tras el robo, viendo la desazón que invadía al joven, Fernando Poyo, una de las tantas personas que presenció el episodio, decidió darle una mano.
¿Qué hizo? Se acercó a él y, además de contenerlo, le compró un nuevo celular para que pueda seguir trabajando y estudiando con normalidad. Mirá el testimonio.
El momento en que la Policía le dispara a un manifestante durante los incidentes
Incidentes entre chavistas y opositores en la embajada en Buenos Aires
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