La fiscalía de Lago Puelo inició una causa para determinar si el incendio que afectó más de 260 hectáreas en Epuyén fue provocado por negligencia o intención. Aunque el fuego está mayormente controlado, las autoridades advierten que la región atraviesa condiciones críticas que podrían favorecer nuevos focos.
La fiscalía de Lago Puelo abrió una investigación para esclarecer el origen del incendio forestal que en los últimos días afectó a la localidad chubutense de Epuyén y que ya consumió más de 260 hectáreas. Mientras los brigadistas mantienen la guardia de cenizas para evitar reactivaciones, los peritos trabajan en determinar si el fuego se inició por una acción negligente o de manera intencional.
El siniestro comenzó el lunes en la zona de El Pedregoso y rápidamente se expandió por un territorio complejo, con fuertes pendientes, vegetación densa y presencia de pinos, una especie que facilita la propagación de las llamas por la acumulación de material combustible. Aunque las autoridades confirmaron que el 80% del incendio fue controlado, varios puntos calientes permanecen activos en áreas altas y de difícil acceso.
Las lluvias registradas en la región -entre 10 y 15 milímetros- ofrecieron un alivio temporal, ayudando a bajar la temperatura y elevar la humedad.
Según explicó el secretario de Bosques de Chubut, Abel Nievas, esas condiciones permitieron contener el avance del fuego, aunque aclaró que los trabajos continúan con extrema cautela debido a la inestabilidad del terreno y la posibilidad de desprendimientos.
En medio del operativo, circularon versiones que atribuían el inicio del incendio a una turista que habría provocado el fuego por descuido en el Loteo San Francisco. Sin embargo, las autoridades desmintieron esa hipótesis y ordenaron una serie de peritajes en la zona, donde se tomaron muestras para determinar la presencia de sustancias acelerantes. Además, se analizan cámaras de seguridad y se convocó a testigos para reconstruir con precisión el origen del siniestro.
La investigación busca definir si hubo responsabilidad penal y, eventualmente, identificar a los responsables. Fuentes judiciales señalaron que no se descarta ninguna línea de investigación y remarcaron que en este tipo de eventos incluso pequeños descuidos pueden generar daños ambientales de gran magnitud.
Si bien las viviendas cercanas no corren riesgo inmediato, la amenaza para la zona rural continúa latente. Equipos de logística, maquinaria pesada y brigadistas especializados siguen desplegados en el terreno para enfriar sectores críticos y asegurar que no se produzcan rebrotes, especialmente en momentos de mayor temperatura o ante cambios repentinos de viento.
El incendio en Epuyén se inscribe en un escenario patagónico cada vez más vulnerable. La combinación de temperaturas en ascenso, falta de humedad acumulada durante el invierno y una mayor exposición a actividades humanas construye un panorama de riesgo elevado para las próximas semanas. Las autoridades advierten que la aparición de un foco de esta magnitud en noviembre es inusual, pero coherente con la alerta sostenida en la región.
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