El director del Observatorio Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), Agustín Salvia, remarcó que hay un "45% de personas por debajo de la línea de pobreza" y aseguró que se duplicó la cantidad de personas que no llega a cubrir la canasta básica de alimentos.
"En diciembre del año pasado terminamos con más de 38% de pobreza. En enero y febrero esa situación no cambió. Los niveles de pobreza han superado el 40% holgadamente a fines de marzo. Las últimas proyecciones que hicimos nos están dando 45% de población en situación de pobreza a fines de abril", consideró Salvia en declaraciones radiales.
En tanto, informó que "la caída de los ingresos laborales de los sectores informales de clase media baja duplicó el déficit de la canasta básica", puesto que, antes de que el coronavirus llegara a la Argentina, "teníamos 8% y hoy tenemos 16%" de hogares del Area Metropolitana de Buenos Aires que "no cubren la canasta básica". En base a estos datos, afirmó que la pandemia del Covid-19 "desnudó los problemas estructurales que tiene la sociedad argentina en cuanto a dificultades para generar una rápida recuperación".
Además, subrayó que, si bien "los precios no han estallado" y "la canasta básica se ha mantenido con un crecimiento menor", la caída de los ingresos laborales de los hogares de clase media-baja "ha sido muy brusca".
"El tema es complicado. Desde el punto de vista económico estamos en una crisis profunda. Ha golpeado a sectores informales, los cuales han logrado tener un piso de protección social, pero están perdiendo sus fuentes de trabajo", lamentó.
Asimismo, el director del Observatorio Social hizo hincapié en que antes "mucha gente se dedicaba a comercializar bienes en la vía pública", trabajos que se vieron prohibidos por el aislamiento social, preventivo y obligatorio decretado por el gobierno.
Bajo esta línea, precisó: "Un componente importante de los ingresos de los hogares pobres son estos ingresos y no los planes sociales". También pronosticó que estos "van a estar escaseando" incluso después de superar la pandemia, hasta que se reactive la economía.
De esta manera, Salvia manifestó que, "desde el punto de vista estructural, significa una profundización de la pobreza, no sólo (en su medición) por ingresos sino en cuanto a capacidades de consumos, de inversión en el propio desarrollo humano personal, familiar o comunitario".
Respecto a los pequeños comercios, fábricas y emprendimientos, explayó que fueron "fuertemente golpeados, pero no quiere decir que no puedan recuperarse", aunque apuntó que "van a quedar con mucho menos capital de trabajo y, sin duda, de ellos va a quedar una nueva capa de pobres en la Argentina, como ocurrió en las crisis del 89-90 y del 2001".
"Se está golpeando a la pequeña y mediana empresa, al pequeño emprendedor, al autónomo, que no era pobre y aspiraba a progresar. Estas empresas están fuertemente golpeadas", explicó al tiempo que insistió: "Vamos a tener una nueva capa de sectores laborales que caigan en la pobreza y que se sumerjan en la pobreza estructural, que es una pobreza crónica".
Finalmente, el director del citado observatorio concluyó: "La pobreza estructural no solo se visualiza en los asentamientos precarios, también va afectando a las áreas urbanas, porque se va perdiendo la fuente de trabajo".
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