Una denuncia de vecinos derivó en una investigación y en la comprobación que en una vivienda del barrio de Liniers funcionaba un criadero ilegal de perros que luego se comercializaban por Internet.
Personal de la División Delitos Ambientales de la Policía de la Ciudad encabezó junto a la División Canes el procedimiento en el inmueble ubicado en la calle Tonelero al 7000, donde una pareja de adultos se dedicaba a criar perros, especialmente caniches.
El caso se inició por la denuncia de vecinos y, tras la investigación realizada por el Cuerpo de Investigaciones Judiciales (CIJ) del Ministerio Público Fiscal (MPF), se pudo determinar que los propietarios tenían a los animales en malas condiciones y que los comercializaban.
Con intervención de la Unidad Fiscal Especializada en Materia Ambiental, a cargo del doctor Carlos Rolero Santurián y ante la Secretaría del doctor Ricardo Bomparola, y del Juzgado Penal, Contravencional y de Faltas Número 2, del doctor José Beguelin, se dictó la orden de allanamiento a la vivienda.
Al ingresar, los efectivos observaron a los perros enjaulados, hacinados y en pésimas condiciones de higiene. Asimismo, el personal veterinario que intervino detectó tumores en algunos de los perros y otras posibles enfermedades.
En consecuencia, el magistrado a cargo del caso dispuso trasladar a los 17 caniches encontrados a una ONG para su recuperación, e imputar a los propietarios por maltrato y crueldad animal.
Participó también la Agencia de Protección Ambiental del Gobierno de la Ciudad y la vivienda terminó siendo clausurada.
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