Temperaturas de 24 grados en pleno invierno, meses sin tantas precipitaciones que lo esperado y mucha más humedad no son muy frecuentes en esta época del año. De hecho, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) informó que esta temporada invernal fue la más cálida de la historia en la Ciudad de Buenos Aires y la segunda más caliente de los últimos 55 años.
Según explicaron desde el organismo, Capital Federal tuvo una temperatura promedio de 13,6 grados, tres décimas por encima de la registrada en 1997 y cuatro más que en 2015; mientras que en el resto de la Argentina el invierno fue el segundo más caliente. El primer puesto aún le corresponde a 2015, cuando la temperatura marcó 1,55 grados por encima del valor medio.
Según contabilizó el organismo, hubo 24 días que alcanzaron los 20 grados y en tres oportunidades la temperatura superó los 25 grados. Por si fuera poco, junio de 2017 fue el segundo más seco de la historia, ya que solamente cayeron 0.4 milímetros, una marca que no alcanza a superar los escasos 0.2 que llovieron en el mismo mes de 1987, que permanece como el que menos precipitaciones se registraron de la historia en CABA.
“La alta presión del océano Atlántico fue más fuerte de lo normal durante este invierno. Y eso hizo que en todo el este del país, haya más viento del norte de lo normal. Y si tenés más viento del norte, tenés temperaturas más cálidas”, explicó a Diario Popular el meteorólogo Alpio Costa.
Pero no solamente hace más calor, sino también que las temperaturas mínimas fueron incrementándose en las últimas décadas. Según el SMN, es la primera vez que las temperaturas mínimas medias en invierno superan los 10 grados, ya que el récord anterior fue en 1997, con 9.7 °C. Además, desde hace 6 años que el termómetro no se sitúa por debajo de los 0 grados en Capital Federal. “De hecho, es la variable meteorológica que más subió en las últimas décadas en Capital y en todo el este de la Argentina”, sostuvo. Es así que ciudades como General Pico, Tartagal y Viedma también registraron el invierno más cálido de su historia.
Esto no se da por azar. El crecimiento de la Ciudad, el calentamiento global, una mayor cantidad de edificios y de autos hacen que la atmósfera sea más cálida y por ende, retenga más humedad. Y es precisamente este último factor el que hace que el termómetro no marque tanto frío por la noche y que las mañanas no sean heladas.
“Ojo. Esto no significa que cada año va a ser más cálido que el anterior. Hay algo que se llama variabilidad que hace que un año sea más cálido y otro más frío, y que haya un sube y baja de la temperatura a lo largo del tiempo”, afirmó Costa.
Pero no todo es tan lineal en cuestiones climáticas. De hecho, tener un invierno mucho más cálido de lo normal, tampoco es condición necesaria para que el verano sea más caliente. “No tiene relación y de hecho el régimen climático en invierno y en verano en Buenos Aires y en el centro de Argentina es muy diferente”, planteó.
Lo cierto es que por el momento, junio, julio y agosto parecerían derretir todos los pronósticos y marcar una tendencia que, de acuerdo con el parecer de los meteorólogos, se mantendría a través de los años. ¿Será que ya no habrá más temperaturas bajo cero o que en vez de cuatro estaciones, sólo existirán tres? La respuesta sólo se podrá conocer con el tiempo.
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