El hecho insólito, que por suerte no terminó en una tragedia, sucedió en la ciudad de Vladivostok, Rusia.
Alexander, de 27 años, pudo escapar milagrosamente de ser aplastado por una pedazo de concreto de dos toneladas. El bloque de losa cayó desde 30 metros de altura y era parte de un edificio residencial.
El hombre limpiaba tranquilamente la nieve que se había acumulado en su auto cuando algo lo alertó y miró hacia arriba. Esa fracción de segundo le permitió correr y salva su vida. El vehículo quedó destrozado por el impacto.
La losa cayó desde un noveno piso. La esposa de Alexander también salvó su vida ya que minutos antes había salido del auto para conseguir agua caliente que le sirviera para derretir el hielo que se generó por la intensa nevada.
Más tarde, el afortunado conductor posó con una botella de cerveza para celebrar su "segundo cumpleaños", el día de su asombrosa salvada.
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