El indignante episodio que sucedió en el Hospital Perrando, de la provincia de Chaco, decantó en el despido de los integrantes del personal médico.
En el video que se viralizó se ve a un paciente recibiendo maniobras de reanimación cardiopulmonar en una sala de internación mientras los profesionales de la salud se ríen y aplauden. En la grabación se escucha a uno de los presentes darle una indicación a otra: "Los brazos firmes, doctora".
Luego, una mujer, al parecer quien registraba la escena con su teléfono celular, agrega entre risas: "Arriba y abajo".
El video no tardó en llegarle a las autoridades del hospital, quienes calificaron al hecho de "lamentable" e informaron que "se están tomando las medidas pertinentes".
Una de las protagonistas del bochornoso video fue la doctora Adriana Mónica Perroni, quien realizó su descargo en declaraciones a La Radio FM 104.7 de Chacho.
"Fue una falta de respeto al paciente y al acto médico. Es muy grave de lo que se hizo, reírse de la muerte de un paciente ante el dolor de una familia que estaba esperando que nosotros le dijéramos si había sobrevivido o no, eso es terrible, demuestra falta de humanidad", manifestó.
"En el acto médico estábamos involucrados tres médicos: uno hacía masajes cardio, yo hacía ACLS (Soporte Vital Cardiovascular Avanzado). Estaba abocada en ese momento al masaje cardiaco, nos turnábamos con los otros dos médicos, con el enfermero que se ve al lado mío, otra persona cronometraba el tiempo y otra que había sido designada por mí se encargaba de administrar la medicación. El paciente salió del paro en dos ocasiones, a la tercera no lo pudimos sacar. Para nosotros la situación fue muy estresante", agregó.
"Yo en el momento solo me dediqué en el paciente, uno se bloquea y está en el acto médico. Todo lo que queda fuera de eso, uno no lo registra, me dediqué a reanimar, ver el monitor, dar instrucciones, no lo vi, esa persona trabajaba en la terapia intensiva en ese momento, ahora no está más ahí, no sé dónde está, eso corresponde a las autoridades", se defendió.
Tras lo ocurrido, tres enfermeros y una médica fueron suspendidos de sus puestos de manera preventiva.
La persona que recibía asistencia médica tenía 76 años y había sufrido un fuerte golpe en la cabeza en la localidad de Miraflores, el 1 de septiembre.