Una empresa norteamericana reveló que recibió cerca de 400 solicitudes para comercializar planos para fabricar armas con impresoras 3D. La noticia generó controversias debido a un fallo de un juez que había bloqueado la autorización para publicar en internet las instrucciones.
El responsable de la compañía en cuestión alegó que la orden del magistrado del Distrito del estado de Washington, apunta a "la distribución gratuita de los planos" y a la forma de envío, no a su comercialización responsable.
"La orden nos impidió simplemente regalar las cosas, se trata solo de una autorización para poder venderlo, ya que podemos enviarlo por correo electrónico o en una memoria USB, de manera segura", explicó.
"Todos los que quieran estos archivos en Estados Unidos, los tendrán", concluyó el empresario.
Cabe destacar que la empresa no estableció ningún precio para los archivos, aunque reconoció que "la publicidad generada por la pelea legal" les ha permitido recaudar 200.000 dólares en donaciones en una semana.
Hasta Donald Trump opinó al respecto: "Estoy viendo (el tema de) las armas de plástico 3D que se venden al público. Ya he hablado con la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por su sigla en inglés), ¡no parece tener mucho sentido!".
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