En Australia hay cientos de especies que están en peligro de extinción debido al cambio climático, los incendios forestales y la introducción de especies invasoras, como, por ejemplo, los gatos.
Los gatos llegaron a Australia en 1788 junto con los primeros inmigrantes ingleses que desembarcaron en Sydney.
Desde entonces, los gatos se fue distribuyeron por el territorio de Australia, lo que llevó a poner en peligro la vida de otros animales.
En Australia los gatos que están en los hogares como mascotas deben tener microchip, estar castrados y se mantenerse dentro de las casas para evitar la caza al exterior.
Con estos requisitos rigurosos son aceptados como mascotas. De todos modos, hay cerca de 20 millones de gatos en estado salvaje que no son considerados mascotas.
Los gatos salvajes en Australia están en la mira por ser los supuestos responsables de la muerte de 2 mil millones de animales, por estar relacionados con la extinción de 25 especies de mamíferos y por poner en riesgo de desaparición al menos otras 124 especies australianas.
Un estudio de Wildlife Research, publicado por National Geographic, estima que los gatos, que no son mascotas, son culpables de la muerte de un millón de reptiles diarios en Australia, donde el 89 % de ellos son endémicos.
Ante esto, las autoridades harán una campaña para exterminar la población de gatos salvajes. Como antecedente, en 2015, el gobierno de Australia lanzó una campaña para financiar a cazadores con el objetivo de sacrificar a 2 millones de gatos entre 2015 y 2020.
Según The Guardian, la estrategia logró sacrificar a 844 mil gatos entre 2015 y 2018. A finales de 2019 se intensificó con la producción de salchichas envenenadas y la instalación de más de 44 kilómetros de vallas alrededor de santuarios de vida silvestre.
Una nueva investigación de la Universidad de Tasmania, en Australia, comparó el impacto de los gatos en estado salvaje con el de los depredadores nativos en el ecosistema del país. Según ese trabajo, los reptiles, pequeños mamíferos y aves de Australia tienen 20 veces más probabilidades de tener un encuentro mortal con gatos salvajes que con otros depredadores nativos.
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