Los representantes de Taiwán declararon que este jueves identificaron el despliegue de un total de 39 aeronaves y tres buques de guerra chinos en las costas de la isla en tan solo 24 horas, la mayoría de los aviones traspasó la zona de identificación de defensa aérea.
"Entre las 6:00 del 21 de diciembre y las 6:00 del 22 de diciembre se detectaron alrededor de Taiwán 39 aviones y tres buques del Ejército Popular de Liberación", comunicó el Ministerio de Defensa de la isla.
Del total, 30 aeronaves cruzaron la zona de identificación de la defensa aérea de Taiwán (ADIZ) en la suroeste y sureste del estrecho, agregaron las autoridades taiwanesas.
Cabe resaltar que la ADIZ no equivale al espacio aéreo, sino que es una zona más amplia pero en la que cualquier aeronave extranjera debe anunciar su presencia a las autoridades locales para poder transitarla.
Como respuesta a la provocación militar, las fuerzas militares de Taiwán (ROCA) enviaron patrullas aéreas, navales y sistemas misiles terrestres, dijo el Ministerio de Defensa, informó la agencia de noticias Europa Press.
China y Taiwán están separadas desde 1949, cuando las tropas comunistas derrotaron a los nacionalistas, que se refugiaron en la isla.
El gobierno de China considera que Taiwán es una "provincia rebelde" y prometió recuperarla, incluso por la fuerza si fuera necesario.
Aunque Estados Unidos reconoció en 1979 al gobierno de Beijing como el de toda China, incluyendo a Taiwán, no dejó de darle respaldo militar a la isla.
Los vínculos entre Taiwán y la China continental se restablecieron solo a nivel empresarial e informal a finales de la década de 1980.
La relación entre China y Taiwán se agravó tras la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense, Nancy Pelosi, a la isla el 3 de agosto, pese a las advertencias de Beijing, que interpretó ese viaje el apoyo de Washington a los independentistas taiwaneses.
A pesar de que su visita duró menos de 24 horas, fue la del mayor nivel en los últimos 25 años y la primera desde 1997 que incluyó a un titular de la Cámara Baja del Congreso de Estados Unidos, segundo en la línea de sucesión presidencial.
China, como vio la visita como una provocación, lanzó el agosto pasado un amplio ejercicio militar que incluyó fuego real de largo alcance en seis zonas adyacentes a la isla rebelde, y una batería de restricciones económicas a proveedores taiwaneses.
La "reunificación" de China es un objetivo prioritario para los gobernantes del continente y una primera línea roja que -aseguran- no debe cruzarse.
En octubre pasado, durante una charla telefónica con el presidente estadounidense, Joe Biden, el presidente chino, Xi Jinping, le dijo formalmente que evitara "jugar con fuego", aludiendo a las eventuales intrusiones en su política respecto a ese territorio insular.
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