Con una carta oficial, Estados Unidos anticipó que no apoyará el documento final del G20. La postura de Argentina, que envió a Pablo Quirno en lugar de Javier Milei, vuelve a quedar bajo análisis.
La decisión de Estados Unidos, bajo la conducción de Donald Trump, de rechazar el histórico comunicado final del G20 generó un impacto inmediato en las delegaciones que este fin de semana participarán en Johannesburgo, Sudáfrica. Nunca antes un país había marcado una negativa tan frontal a acompañar un texto acordado durante meses de negociación y esto abre un escenario que muchos califican como “inédito”, aunque nadie se anima a usar términos más fuertes.
La carta enviada por la embajada norteamericana en Pretoria al Departamento de Relaciones Internacionales de Sudáfrica plantea que las prioridades del país anfitrión no coinciden con la postura de Washington. Por eso, según argumenta, no habrá aval para ningún documento consensuado. La consecuencia directa es clara, si no hay consenso no habrá comunicado final, algo que ni siquiera ocurrió en 2022 con la guerra entre Rusia y Ucrania en su punto más crítico.
Expectativa sobre Buenos Aires
En este contexto la posición argentina comenzó a ser observada con mayor atención. Javier Milei decidió no viajar y alinearse con la postura de Trump, lo que dejó al nuevo canciller Pablo Quirno a cargo de la representación. El detalle es que, a diferencia de EE.UU., Argentina sí estará presente en la sala de negociaciones, por lo que deberá levantar la mano y manifestar su posición frente a todos los países.
La diplomacia local siguió trabajando durante las semanas previas para sostener reuniones bilaterales y participar de los grupos técnicos. Argentina, a diferencia de Estados Unidos, forma parte de estos foros para defender intereses económicos y comerciales que representan oportunidades relevantes para el país.
La pregunta es qué costo puede tener una definición alineada con Washington. Mientras algunos gobiernos señalan que Argentina no tiene el peso global de EE.UU. y que necesita estos espacios para mostrarse activa, otros creen que la Casa Rosada buscará equilibrar el vínculo con su principal aliado sin quedar aislada en el ámbito multilateral. La respuesta llegará cuando Quirno anuncie su voto frente al resto de la mesa.