Los rescatistas tenían el dato de que cerca de 70 felinos se encontraban en situaciones extremas y al entrar a la vivienda, se sintieron "abrumados" después de descubrir que había más de 300, y una gran cantidad de gatas estaban embarazados.
Belinda Vandersluis, directora ejecutiva de Toronto Cat Rescue, dijo: "Era un lugar difícil para estar, con los olores fuertes, la cantidad increíble de gatos ... a lo largo del día, el número siguió aumentando a medida que los contabas. Algunos de ellos están un poco desnutridos y deshidratados, pero no tienen pulgas, parásitos, problemas dentales o médicos".
Los animales rescatados ahora se encuentran en hogares de acogida o clínicas veterinarias, mientras los voluntarios los preparan para su eventual adopción.