Al menos 162 personas murieron este jueves en un deslave ocurrido en una mina de jade en el norte de Myanmar.
El Departamento de Bomberos local, que coordina los rescates y otros servicios de emergencia, informó aproximadamente 12 horas después del desastre la cantidad de cuerpos que han sido recuperados del alud en Hpakant, el centro de la industria de extracción de jade más grande y rentable del mundo.
“Los mineros de jade fueron cubiertos por una ola de lodo”, señaló el Departamento de Bomberos. Agregó que 54 personas heridas fueron trasladadas a hospitales.
Las cifras dadas a conocer por otras agencias estatales y medios eran inferiores a las del Departamento de Bomberos, que estaba más involucrado en las tareas en el lugar del accidente. Se teme que un número no determinado de personas continúen desaparecidas.
En el lugar de la tragedia, una multitud se congregó bajo la lluvia en torno a los cadáveres cubiertos con plástico azul y rojo que fueron colocados en una hilera en el suelo.
Los accidentes en explotaciones mineras con múltiples fallecidos no son inusuales en el país.
Las víctimas mortales suelen ser mineros que trabajan por cuenta propia y que se instalan junto a enormes cerros de tierra extraída por maquinaria pesada. Los mineros de jade suelen trabajar y vivir en la base de esos montículos, que se vuelven especialmente inestables durante la temporada de lluvias.
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