El funeral de Estado, boicoteado por la mitad de las familias de las personas fallecidas en el derrumbe del puente, duró poco más de una hora. Largos aplausos siguieron a la lectura de los nombres de los caídos.

Italia ofreció este sábado una despedida sobria y solemne a las víctimas del derrumbe del puente de Génova, en un funeral de Estado boicoteado por la mitad de las familias de las personas fallecidas, mientras que la empresa concesionaria de la autopista prometió 500 millones de euros para ayudar a las víctimas y reconstruir el puente.

El balance del drama es ahora de 40 muertos confirmados -tras la muerte de un herido rumano y el hallazgo del cuerpo de un obrero genovés en los escombros- y tres aún por confirmar, una pareja turinesa y su hija de 9 años, cuyo vehículo fue encontrado al amanecer aplastado por un bloque de cemento.

No hay otros desaparecidos oficiales, pero los bomberos aseguraron que continuarían trabajando entre el montón de hormigón y chatarra que quedó bajo el puente.

La solemne ceremonia católica duró poco más de una hora en un gran salón del centro de exposiciones de Génova, en presencia de los más altos funcionarios del Estado y de miles de habitantes de esta ciudad-puerto del noroeste italiano.

Largos aplausos siguieron a la lectura de los nombres de los 38 muertos identificados y la mención de las víctimas aún sin identificar.

Los socorristas italianos encontraron más cuerpos en un automóvil aplastado bajo un bloque de hormigón del puente Morandi, anunciaron los servicios de protección civil.

Según la prensa italiana se trataría de un matrimonio y una niña de 9 años cuyo vehículo cayó al vacío. Así, sólo se mantendría como desaparecido un hombre de unos 30 años.

En todo el país, las banderas estaban a media asta y la iluminación de muchos monumentos, como el Coliseo en Roma, estaría apagada por la noche.

La liga de fútbol italiana suspendió los partidos que debían disputar los dos equipos de Génova y en todos los estadios se guardó un minuto de silencio, mientras los jugadores llevaban un brazalete negro en señal de luto.

En una inmensa sala de Génova transformada en capilla ardiente estuvieron alineados 19 féretros, rodeados por un puñado de familiares cada uno y coronas de flores. Destacaba el féretro blanco de Samuele, de 8 años, que murió junto a sus padres cuando iban a tomar un ferry hacia Cerdeña.

“Yo perdí a un amigo pero vine por todas las víctimas”, contó un habitante de Génova, Nunzio Angone, que ingresó al funeral por la entrada reservada a los familiares de las víctimas.

La mitad de las familias de las víctimas optó por funerales privados para despedir a los suyos tras acusar a las autoridades estatales de tener responsabilidad en la catástrofe.

Durante la ceremonia católica, un imán rezó una oración salmodiada en la que se escuchó cuatro veces “Alá akbar” (Dios es el más grande) en medio de un silencio respetuoso, en un paréntesis previsto en homenaje a dos víctimas albanesas musulmanas.

El presidente Sergio Mattarella se mostró conmovido después de la ceremonia.

“Es una tragedia inaceptable”, dijo a la televisión y se comprometió a que se realicen “investigaciones rápidas y rigurosas que conlleven a condenas”.

Antes del anuncio del hallazgo de nuevos cuerpos, el balance oficial provisional del drama del puente Morandi era de 38 muertos, 10 heridos hospitalizados, seis de ellos en estado grave.

“Mi hijo fue asesinado”, repitió el viernes Roberto, el padre de uno de los cuatro jóvenes de Torre del Greco, una comuna de Nápoles, fallecidos cuando viajaban de vacaciones.

Las fotos de las víctimas sonrientes fueron publicadas ayer en todos los diarios italianos: un ex campeón de moto, un médico y una enfermera que se iban a casar, jóvenes franceses que iban a divertirse, tres chilenos radicados en Italia, un camionero napolitano que volvía después de hacer una entrega en Francia y una pareja que regresaba de su luna de miel.

El gobierno, ante la emoción y el enfado, culpó a la empresa concesionaria de la autopista, Autostrade per lItalia, de la cual la familia Benetton controla un 30% de la misma, a la negligencia de gobiernos anteriores y a la Unión Europea (UE).

El viernes, el ministerio de Transportes e Infraestructuras informó que había puesto en marcha el procedimiento de revocación de la concesión de la firma Autostrade en el tramo donde se halla el puente derrumbado, y dio 15 días a la empresa para responder.

En una conferencia de prensa, en Génova, los dirigentes de Autostrade no quisieron comentar esta decisión, pero prometieron “500 millones de euros disponibles a partir del lunes -por mañana-” para ayudar a la ciudad y a las víctimas.

Esta cantidad comprende “millones de euros” para las familias de las víctimas, y un fondo con “decenas de millones de euros” gestionado por Génova para realojar a los habitantes cuyas viviendas quedaron destruidas bajo el puente.

También incluye un proyecto de demolición de lo que queda del puente y de reconstrucción de otro en acero “en ocho meses”, cuando las autoridades den luz verde al proyecto.

Los dirigentes prometieron ayudar a la justicia a esclarecer las causas del accidente, sobre las cuales no podían ofrecer una hipótesis inmediata.

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