
Una cámara de seguridad logró capturar los últimos instantes de vida de Sean Duran, un niño de 7 años que minutos después era arrojado por el balcón de su departamento por su padre, Nuria, quien ya había asesinado a su madre y sus tres hermanos, y luego también se quitó la vida.
Nuria Duran, de 36 años, había perdido su trabajo en el área de la construcción recientemente y por eso estaba bajo tratamiento médico y consumía alcohol, factores que seguramente influyeron en la decisión de terminar con la vida de su esposa Ozlem (de 30 años), sus hijos Yigit (5) y Mert (3) y la pequeña Dreams, de tan sólo un año.
Tras esta masacre familiar, Nuria fue a la escuela a buscar al pequeño Sean, a quien arrojó violentamente por el balcón de su vivienda del piso 11 de un edificio de departamentos. Según testigos, el asesino tenía antecedentes por violencia doméstica contra su mujer y también intentos de suicidio previos.
Una cámara de seguridad captó el momento en que Nuria entra al complejo de departamentos y junto a Sean y otro de estos dispositivos capturó el momento de la caída del pequeño y, momentos más tarde, también el de su padre mientras el primero era asistido por un vecino curioso.