La ofensiva se llevó a cabo con el lanzamiento de misiles sobre Tel Aviv, Nes Tziona y Haifa. Qué dijo el primer ministro israelí tras la intervención de Estados Unidos.
Después de que Estados Unidos bombardeara tres instalaciones nucleares y advirtiera que podría atacar otros objetivos, Irán respondió en las últimas horas con el lanzamiento de unos 30 misiles contra el centro y el norte de Israel. La ofensiva provocó al menos 86 heridos, dos de ellos de gravedad.
El Servicio de Ambulancias israelí confirmó que uno de los heridos más graves es un hombre de 30 años, mientras que la mayoría fue hospitalizada en estado más leve. Según los medios de prensa locales, el gobierno de Benjamín Netanyahu evalúa los daños del ataque en zonas de Tel Aviv, Nes Tziona y Haifa.
Irán describió la nueva ofensiva como "la vigésima oleada de la Operación Promesa Verdadera 3", tal como Teherán denominó a su campaña de represalia contra Israel, "a través de una combinación de misiles de combustible líquido y sólido de largo alcance con una ojiva de gran potencia".
La respuesta de Irán se produjo luego de que Estados Unidos atacara tres instalaciones nucleares, en lo que representó una escalada del conflicto iniciado más de una semana en Medio Oriente, al unirse formalmente a la campaña militar impulsada por el gobierno de Tel Aviv.
En ese sentido, el presidente norteamericano, Donald Trump, ofreció un discurso desde la Casa Blanca y subrayó que Irán “debe ahora hacer la paz” o enfrentarse a una escalada sin precedentes. “Recuerden, aún quedan muchos objetivos por alcanzar”, advirtió el líder republicano, dejando entrever que EE.UU. podría continuar con los ataques.
Trump sostuvo, además, que los bombardeos fueron “quirúrgicos” y apuntaron a evitar que Teherán avance en su programa nuclear, luego de que servicios de inteligencia occidentales detectaran movimientos en las instalaciones de Fordo, Natanz e Isfahan. En principio, no precisó la magnitud de los daños, pero reiteró que su administración “no permitirá bajo ningún punto que Irán obtenga un arma nuclear”.
El primer ministro israelí se pronunció públicamente tras el bombardeo de Estados Unidos sobre tres instalaciones nucleares en Irán y celebró la decisión de su aliado norteamericano. “Primero viene la fuerza, luego la paz”, sostuvo en su cuenta oficial de X, donde manifestó su respaldo a la doctrina compartida con Trump.
El apoyo de Netanyahu al líder republicano no es casual: Israel había intensificado en las últimas semanas su presión sobre Washington para que se involucrara de forma directa en el conflicto, ante la falta de avances diplomáticos. La acción militar llevada adelante por EE.UU. reforzó el eje estratégico entre ambos gobiernos y reconfiguró el escenario regional, en momentos donde la escalada bélica amenaza con extenderse más allá de Medio Oriente.
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