Israel, luego de interceptar cohetes que provenían del sur del Líbano, decidió bombardear la zona y aumentó la tensión en una zona que ya estaba caliente, dado que días anteriores hubo enfrentamientos entre la Policía israelí y los fieles palestinos en la mezquita de Al Aqsa en Jerusalén.
"Un cohete fue lanzado desde Líbano hacia el territorio israelí y fue interceptado con éxito", declaró el Ejército israelí en un comunicado.
Poco después, la Agencia Nacional de Información informó que la artillería israelí lanzó "varios proyectiles desde sus posiciones en la frontera" contra dos pueblos del sur de Líbano, el país vecino.
Los cohetes que fueron dirigidos contra Israel activaron las sirenas de alarma en las ciudades de Shlomi y Moshav Betzet, así como en la región de Galilea, en el norte de Israel, informó el Ejército.
Nadie reivindicó el ataque de momento y la última vez que se lanzó un cohete desde Líbano hacia Israel fue en abril de 2022.
Israel cosechó numerosas condenas internacionales después de que la policía interviniera la madrugada del miércoles para desalojar violentamente a fieles palestinos de la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén, el tercer lugar santo del islam.
Desde que comenzó el Ramadán el 22 de marzo, decenas de fieles musulmanes intentaron repetidamente pasar la noche en la mezquita de Al Aqsa, una práctica que generalmente se permite sólo durante los últimos 10 días del Ramadán, y la policía israelí entró todas las noches para desalojar a los fieles.
Estos incidentes se producen en plenas celebraciones de la Pascua judía y del mes musulmán del Ramadán.
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