La pequeña Moet perdió la vista debido a la negligencia en un supuesto pet shop, donde la dejaban en una jaula sucia sin comida y sin agua. La gata enfermó y quedó ciega. Afortunadamente, esta historia tiene un final feliz.
Emily Shotter la encontró en una ONG de animales en Omán en 2014 y le dio un nuevo. “A Moet le quitaron los ojos en descomposición para salvarle la vida” contó su nueva dueña.
“Moet se hace un poco diva. Es completamente descarada. Si bien en general es muy dulce, ¡cuando se aburre "chilla" por atención incesantemente!".
"Principalmente quería que el mundo viera lo asombrosos que son los gatos ciegos”, dijo Emily.
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