
Luego de la ofensiva contra el Comando Vermelho, que dejó más de 130 muertos, los cuerpos fueron dispuestos para que sus familiares y allegados pudieran identificarlos.
El operativo policial en Río de Janeiro dejó al menos 130 muertos y 81 detenidos, según fuentes oficiales, y aún podría haber más víctimas, ya que la operación continúa en curso. La ofensiva, desarrollada entre el martes y el miércoles, fue dirigida contra el Comando Vermelho, una de las bandas criminales más poderosas de Brasil.
En este contexto, la plaza de San Lucas empezó a llenarse de cadáveres desde la madrugada de este miércoles en medio escenas desgarradoras.
Sin ropa, sin zapatos y dispuestos uno al lado del otro, cuerpos inertes fueron trasladados por los vecinos del Complejo de Penha, en la Zona Norte de Río de Janeiro.
Los fallecidos, hallados entre matorrales, fueron dispuestos para que sus familiares y allegados pudieran identificarlos, mientras esperaban la llegada de los agentes de medicina forense.
A algunos les dejaban a pecho descubierto con la idea de que los familiares identificaran un tatuaje, una marca, una seña particular.
La gente está de pie junto a los cuerpos con un cartel que dice "Claudio Castro (gobernador de Río de Janeiro) asesino y terrorista". 29 de octubre de 2025
"En 36 años en la favela, pasando por varias operaciones y matanzas, nunca he visto nada parecido a lo que estoy viendo hoy. Es algo nuevo. Brutal y violento a un nivel desconocido", dijo a G1 el activista Raull Santiago.
No es la primera vez que las favelas son escenario de enfrentamientos entre grupos criminales, como el Comando Vermelho, y la policía militar. Sin embargo, la escena de hoy fue inédita: decenas de hombres asesinados que ni siquiera se tomaron en cuenta para el primer reporte oficial de bajas.
La gente está de pie junto a los cuerpos con un cartel que dice "Claudio Castro (gobernador de Río de Janeiro) asesino y terrorista". 29 de octubre de 2025
Las sospechas de que el brutal operativo había dejado más víctimas que las reportadas fueron inmediatas. El hallazgo de los cuerpos y su disposición en la plaza pública convirtieron la desconfianza en una certeza.