El episodio tuvo lugar de la localidad de Churapcha, en Siberia, donde los 54 grados bajo cero registrados le llevaron a un estado de hipotermia al perro.
El perro atrapado se lamentaba desesperadamente con la aparente intención de que sus ladridos y gemidos fuesen escuchados por alguien que pudiese rescatarlo.
Fue entonces que la cocinera de un hospital de ese municipio de Rusia se percató de los gemidos del perro y trató de liberarlo.
Al percibir que no podía salvar al perro de morir congelado, la cocinera solicitó ayuda a los integrantes de un club automovilístico que se apersonaron en el lugar con palancas y fierros para romper el hielo.
Los solidarios hombres lograron rescatar al animal del hielo y lo llevaron a un veterinario de esa gélida zona de Rusia para que diagnostique su estado de salud.
El hielo generó algunas quemaduras y lesiones en el perro. Debido a esto, le vendaron las patas, pero sin mayores consecuencias para la integridad del pobre animal.
La historia tuvo un feliz para el perro. El pichicho pudo salvarse de morir congelado en el hielo y la cocinera que lo socorrió terminó adoptándolo.
CRUDO INVIERNO EN RUSIA
Yakutia, la capital de la república rusa más fría del mundo, registra las temperaturas históricas más bajas con cuarenta grados bajo cero.
La región de Yakutia está considerada la zona con las temperaturas más bajas del mundo y pese a ello es habitada de forma permanente.
En 1926 Yakutia registró la temperatura más baja del planeta, con 71,2 grados centígrados bajo cero.
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