Más de 224 muertos en Irán y 14 en Israel dejan tres jornadas de intensos bombardeos cruzados. La ofensiva israelí apunta a infraestructura militar, nuclear y energética, mientras crece la tensión regional y global.
La guerra entre Israel e Irán entró este domingo en su tercer día consecutivo de ataques aéreos cruzados, con saldo trágico y creciente incertidumbre internacional. Según confirmó el Ministerio de Salud iraní, al menos 224 personas murieron y más de 1.400 resultaron heridas desde el inicio de la ofensiva israelí, en lo que ya es el mayor ataque militar de Israel contra territorio iraní.
Mientras tanto, el ejército israelí informó que 14 personas fallecieron en su territorio como consecuencia de más de 270 misiles iraníes, de los cuales 22 lograron eludir el sistema de defensa aérea de múltiples capas. Además, se contabilizan 390 heridos y daños en varias zonas, incluido Haifa, en el norte del país.
Israel afirmó estar operando "casi libremente" en los cielos iraníes, donde ha dirigido sus bombardeos a infraestructura militar, energética y nuclear. Entre las víctimas de alto perfil confirmadas por la televisión estatal iraní, figuran el jefe de inteligencia de la Guardia Revolucionaria, general Mohammad Kazemi, y otros dos generales.
Además, Irán denunció ataques a refinerías de petróleo, lo que eleva el riesgo de un impacto mayor sobre la industria energética global, ya afectada por sanciones internacionales. El ejército israelí también emitió advertencias a la población iraní para evacuar fábricas de armamento, lo que sugiere que la campaña ofensiva podría escalar aún más.
En Teherán, capital iraní, cinco coches bomba explotaron durante la jornada del domingo, al tiempo que los bombardeos alcanzaron la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores, el Comando de la Policía y zonas residenciales, según informó la agencia estatal IRNA.
Irán respondió con ocho oleadas de ataques sobre territorio israelí desde el viernes, provocando hasta el momento la muerte de 13 personas. Las sirenas antiaéreas sonaron repetidamente en ciudades israelíes, y el principal aeropuerto internacional y el espacio aéreo del país permanecieron cerrados por tercer día consecutivo.
Desde la Guardia Revolucionaria Iraní, se aseguró que las operaciones continuarán si persisten los ataques. El canciller iraní, Abbas Araghchi, advirtió que “si los ataques de Israel cesan, nuestras respuestas también cesarán”.
El presidente iraní, Masoud Pezeshkian, responsabilizó a Estados Unidos por su respaldo a Israel y lanzó una advertencia: “Las respuestas serán más decisivas y severas si el gobierno israelí continúa atacando”.
Israel justifica su ofensiva como una medida para evitar que Irán desarrolle armas atómicas. La última ronda de negociaciones entre Washington y Teherán sobre el programa nuclear iraní fue cancelada, lo que refuerza el actual escenario de confrontación.
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se desligó de la ofensiva y aseguró que su país “no tuvo nada que ver con el ataque”. Afirmó también que Irán podría evitar más destrucción si accede a firmar un nuevo acuerdo nuclear.
Según el último parte del ministro de Salud iraní, Hossein Kermanpour, 1.481 personas han sido hospitalizadas, entre ellas las 224 fallecidas, lo que deja al menos 1.257 heridos que debieron recibir tratamiento. “Larga vida a los trabajadores de la salud del país que cumplen su servicio sin descanso”, escribió el ministro en su cuenta de X.