Al ver la nube de humo, integrantes de la organización Ciudad Evita por el Bosque llegaron al lugar para tratar de frenar la situación, aunque ya era tarde porque decenas de plantas nativas y la fauna que conforma la biodiversidad de la reserva había sido destruida y alterada.
Desde la organización ambientalista responsabilizaron a un grupo de personas que ya habían intentado ocupar el predio protegido. "En la anterior oportunidad, se instalaron con una bandera de jóvenes cristianos latinoamericanos, una iglesia coreana. Con machetes cortaron plantas y prendieron fuego. Luego de unas jornadas intensas se retiraron prometiendo volver", recordaron.
"Ahora volvieron y esta vez se instalaron en dos conteiners, tienen papeles que se tendrá demostrar valor jurídico. Lo cierto es que primero con máquinas de gran porte y luego con fuego están destruyendo lo poco que declararon reserva natural. Esperemos que la justicia entienda del gran valor de esta reserva y que se respeten todas las normas vigentes y por supuesto también aquellas internacionales que tienen jerarquía de constitucionales como las de preservación de la biodiversidad", remarcaron.
Finalmente, la entidad Ciudad Evita por el Bosque reclamó que "en el menor tiempo posible se logre la aprobación del proyecto de ley provincial para declarar la zona de pastizal, bosque, humedal, planicie de inundación y yacimiento arqueológico como reserva natural".