Luego de la trágica muerte de su hermano, el joven -oriundo de Ramos Mejía- dejó atrás una prometedora carrera en el Poder Judicial y se dedicó a cumplir sus sueños. "La posibilidad de actuar me permitió soltar el dolor", confesó el influencer que dio el salto a la pantalla chica y se destaca en teatro.

Salir de la zona de confort para cumplir un objetivo personal. Abrazar una profesión. Transformar el dolor por la pérdida trágica de un ser querido y encontrar un poco de felicidad. Todo ese proceso, en apenas 3 años, atravesó Agustín Battioni, el influencer de Ramos Mejía que dio el salto de Instagram a la pantalla chica y ahora se destaca en el teatro haciendo stand up, un presente auspicioso que le permite soñar a lo grande: "Ojalá algún día pueda trabajar junto a Ricardo Darín".

Cuando perdió a su único hermano en un accidente de tránsito, su vida entró en crisis. Por entonces, trabajaba en el Poder Judicial de la Ciudad de Buenos Aires. "Tenía estabilidad económica, pero era lo único. Llegaba al trabajo y tenía ganas de volverme a mi casa. Con la muerte de Fede (su hermano mayor) mi cabeza hizo un giro de 180 grados y me di cuenta que tenía que hacer algo para buscar mi felicidad: Quería ser actor. Me costó mucho tomar la decisión, me saqué los prejuicios y dije 'es el momento'. Si yo no soy feliz, no sirve de nada vivir", confesó emocionado al recordarlo.

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Tras su paso por la escuela de teatro de Agustín Alezzo, logró actuar en varias obras y participó en distintas series de TV, principalmente de Disney Channel. Con más de 265 mil seguidores en Instragram, donde se destaca por sus videos cómicos que llegaron hasta un millón de reproducciones, en 2017 comenzó a recorrer distintas salas del país junto a Julián Bellese, con quien presentan su show "Caripa Standup".

"El teatro me ayudó mucho a superar todo. La posibilidad de actuar me permitió soltar la pérdida de mi hermano. Entendí que no hay una edad para empezar a hacer lo que uno quiere y busqué todos los caminos para llegar. Ahora que se fueron abriendo los caminos, sueño con poder vivir de la actuación sin depender tanto de Instagram. Los videos (en la red social) me divierten mucho y no creo que lo deje de hacer, pero mi meta es el cine, el teatro y la TV", afirmó.

Desde el 1ero. de Octubre, Agustín se embarcó en el desafío de trabajar en "Tenemos WI-FI", programa que sale de lunes a viernes, de 18.30 a 19.30, por el canal Net TV. Allí, en el ciclo que conducen Stefi Roitman y Nico Occhiato, los invitados pasan la tarde de la forma más divertida, con juegos y desafíos, en los que el joven actor de Ramos Mejía interpreta personajes y cautiva con sus particulares imitaciones colmadas de histrionismo.

Una anécdota con Carlos Belloso

A fuerza de voluntad y talento, Agus Battioni logró hacerse un lugar y este año tuvo una participación en la tira "Simona", la comedia para toda la familia producida por Pol-ka para Eltrece. Sin embargo, la experiencia que más lo marcó en su naciente carrera actoral fue la escena que realizó, el año pasado, junto a Carlos Belloso para la telecomedia "Quiero vivir a tu lado", de la misma productora.

"Fue una experiencia hermosa que dejó una linda anécdota. Cuando Belloso trabajaban en la tira televisiva Campeones de la vida (1999-2001) y hacía el papel de El Vasquito, con mi hermano lo imitábamos todo el tiempo. Era un personaje muy divertido y, por eso, fue un actor que me marcó mucho. Cuando me dijeron que tenía que hacer una escena con él, no lo podía creer. Fue una de las cosas más hermosas que me pasaron", confesó y, luego, se emocionó: "Creo que esa posibilidad fue un regalo que me envió mi hermano desde el cielo".

Una vida difícil

Cuando su madre estaba embarazada de 5 meses, su padre falleció en un accidente automovilístico y nunca llegó a conocerlo. Fue una pérdida que no vivió en persona pero que lo acompañó a lo largo de su niñez y adolescencia.

En 2014, la vida volvió a golpear a Agustín cuando perdió a su único hermano también en un choque fatal. "Con Fede tenía una relación muy linda, tenía 23 cuando falleció. Se quería hacer el padre de la casa, era un ángel protector. A lo último nos hicimos muy pegotes, empezamos a salir juntos, nos prestábamos la ropa. Cuando estábamos en la mejor parte, se fue. No me pudo ver haciendo lo que me hace feliz", lamentó. No obstante, reconoció: "No me gusta victimizarme. Creo que lo que me pasó me ayudó a ver la vida de otra manera y a vivir el día a día en busca de la felicidad".

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