El veterinario de Tapiales volverá a participar en la competencia más exigente del rally mundial. A diferencia de su debut, aprovechó 2013 para sumar experiencia en diferentes competencias.
La ciudad ambulante llega una vez más a Sudamérica. Será Rosario, esta vez, el punto elegido para el arranque. Y allí, con la moto 157, Yamaha WR 450, estará abrigando y cobijando sus ilusiones un matancero. Ariel Ciampi, un veterinario de Tapiales que se las ingenia para que convivan en él la medicina con los fierros, será la cara visible y representante de La Matanza, en lo que será su segundo Dakar.

Desde pequeño anheló formar parte de un Dakar. La TV era el medio para vivir esa dura competencia que, en aquel tiempo, tenía epicentro en Africa. La llegada del Dakar a estas tierras agigantó las chances y el sueño se acercó a lo real.

Renovadas ilusiones

Si bien no logró mantenerse en carrera como esperaba, Ciampi debutó en estas lides en 2013, cuando la carrera se puso en marcha desde Perú. De todos modos, ésta será la segunda posibilidad para el de Tapiales, que sigue con sueños por cumplir. "Esta vez tenemos todo lo necesario para llegar: moto, equipo y yo he sumado más experiencia como piloto, a partir de haber completado todas las carreras que corrí en este tiempo (intervino en tres fechas del Enduro Rally Buenos Aires, en cuatro de Cross Country Nacional y en dos fechas del Campeonato Argentino de Navegación)", afirma Ariel Ciampi, quien compara: "Entre un año y otro cambió el apoyo, ya que en 2013 llegué sobre el filo de la carrera, en cambio ahora es diferente porque lo hicimos con mucho más tiempo, gracias a la enorme colaboración y apoyo del intendente Fernando Espinoza y de las empresas que se acercaron para intentar otro sueño, que es llegar, es decir completar la carrera. Ese es el objetivo para esta vez".

El piloto del Matanza Dakar Team, en esta edición 2014 formará parte, como viene ocurriendo, del equipo PCP, de Pablo Cid de La Paz. La escudería de La Plata tendrá tres Yamaha en carrera junto con el sanjuanino, Alberto Ontiveros. "En el vivac el equipo tendrá tres mecánicos, un ayudante y un camión de asistencia. Por afuera, además, habrá cuatro camionetas para la apoyatura logística, con 12 personas abocadas a ese trabajo", aporta.

La exigencia suele subir varios escalones. Se sabe: en un Dakar se duerme poco y durante todo el día hay mucho trabajo. Dunas, ripios, piedras, ríos, lluvia, calor, desierto. De todo esto se compone el Dakar, que requiere, en consecuencia, de un intensivo entrenamiento y cuidado del físico. La comida también es parte de los cuidados. Y en ese caso, Ariel Ciampi es controlado por un médico deportólogo cada 15 días. "Peso 80 kilos, pero a la carrera debo llegar en 85, porque en competencia bajás de peso, y si me voy debajo de 80, me caigo", afirma.

La ASO (Amaury Sport Organisation), responsable de la organización, eligió 196 pilotos entre los 32 mil postulantes para el Dakar. Y entre esos casi 200, en motos son 17 argentinos, entre los cuales el matancero tiene un lugar asegurado. "El objetivo es llegar", insiste Ciampi."En 2013 llegué muy cargado psicológicamente por el apoyo que no llegaba. Fue demasiado, pero ahora llego más organizado, mejor armado".

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