Un tema que cobró vigencia en los últimos días es la reforma previsional diagramada por el gobierno durante la sanción de la ley de Reparación Histórica: aunque en el oficialismo niegan que por ahora estudien aumentar la edad jubilatoria, reconocen que los cambios en el sistema constituyen un debate pendiente de todo el arco político.
En tiempos de campaña electoral, dirigentes opositores agitaron la versión de que el gobierno planea elevar la edad jubilatoria a través de una reforma previsional pensada para después de los comicios de octubre.
En el oficialismo recuerdan que la ‘ley ómnibus’ que sancionó la denominada Reparación Histórica -también incluyó el blanqueo de capitales- establece la creación de una comisión parlamentaria que en 3 años deberá “presentar una propuesta” de modificaciones del sistema previsional.
La eventual suba de la edad jubilatoria tanto para mujeres como hombres es un tema tabú para el oficialismo y es el mismo con el que azuzan desde la oposición y también economistas que observan necesarias tales enmiendas.
Es el caso del director de la consultora FIEL, Daniel Artana, que esta semana enfatizó que “el gobierno negó que vaya a subir la edad jubilatoria pero si se lo mira fríamente, la expectativa de vida de la población ha subido. Es inexorable que la edad jubilatoria va a tener que subir”’.
Un funcionario del Ejecutivo consultado por este diario explicó que “la reforma es necesaria para dar sustentabilidad al sistema. Pero no es urgente: según estimamos recién en el 2035 bajarían sensiblemente los recursos al comparar la cantidad de aportantes y quienes estarían en condiciones de cobrar un haber”.
Aunque prefirió no dar precisiones sobre si debería subir la edad jubilatoria, el funcionario propuso “un sistema más flexible para que sea optativo seguir trabajando después de los 65 años en el caso de los varones.
Para el Defensor de la Tercera Edad porteño, Eugenio Semino, reconoció que es un debate necesario repensar cómo se va a financiar la seguridad social y otras variables, como la edad jubilatoria, pero a través de una discusión abierta que no sólo incluya a la clase política.
“Esto se piensa para otra generación, como se hizo en España en 1994 con el llamado Pacto de Toledo que hoy sigue vigente e instauró reformas políticas y sociales. De lo contrario, tendremos esos engendros que hubo en las últimas décadas”, explicó el funcionario a este medio.
A raíz de las versiones sobre la reunión de un grupo de especialistas en el ministerio de Trabajo para discutir la reforma previsional -algunos transcendidos indicaban que incluso se postulaba que en un futuro los trabajadores pudieran elegir en forma optativa a una AFJP-, Semino consultó en ANSeS y en el organismo le quitaron entidad a ese ámbito de discusión. Consideró que la edad jubilatoria “es una variable” y que aún en el país ni la creación de empleo ni el aumento de la esperanza de vida -’según la OMS aquí es de 5 años contra los 8 de Chile o Panamá’- no hacen urgente esa discusión.
En una entrevista publicada el último jueves en este diario, el titular del Anses, Emilio Basavilbaso recordó que el oficialismo propuso por ley un sistema público y de reparto pero admitió que el país requiere debatir cambios en su sistema previsional dado el creciente envejecimiento de la población económicamente activa.
“Hubo muchos cambios en el sistema previsional en los últimos años y ahora buscamos establecer un sistema confiable y robusto”, analizó pero admitió que “tenemos que darnos un debate en Argentina, que no será de un día para el otro y debería ser con un consenso de todo el arco político en el Congreso para hacer los cambios necesarios en el sistema. Por ejemplo, hoy la ley prevé 30 años de aportes pero los tiempos cambiaron y casi nadie mantiene un mismo trabajo. El proyecto debería contemplar otras alternativas que se ajusten a los tiempos actuales”, concluyó