Una joven de tan solo 23 años fue asesinada por su expareja en la madrugada del lunes delante de su hijo de 4 años en la ciudad de Salsipuedes, Córdoba, y junto a su cuerpo encontraron el botón antipánico que la había otorgado la Justicia, después de que radicara una denuncia por violencia de género contra el agresor.
Antes del ataque, Sofía Sosa, la victima de 23 años, estaba conversando con un amigo y fueron sorprendidos por la llegada de José Luis Gómez, expareja de la mujer, quien de manera agresiva empezó a insultarla y a atacarla con un arma blanca.
Sofía fue asesinada delante de su hijo y su amigo fue herido con el mismo cuchillo, luego de cometer el atroz asesinato, Gómez escapó de la casa en el barrio Villa Sol. Mientras tanto, los vecinos, alertados por los gritos de la víctima, llamaron a la Policía y varios patrulleros arribaron al poco tiempo.
Lastimosamente, cuando llegaron los efectivos policiales, la mujer estaba sin vida y no hubo nada que pudieran hacer para reanimarla. El herido fue trasladado a un centro asistencial de la localidad de Unquillo, donde quedó internado con cortes en distintas partes del cuerpo.
La Policía del Departamento Colón logró detener al sospechoso, y quedó a disposición del fiscal Pablo Cuenca Tagle, del Fuero de Violencia Familiar, quien lo indagará en las próximas horas.
Analía, la madre de la mujer asesinada, contó a El Doce que su hija tenía un nene de 4 años que presenció el crimen de su mamá. “Vio toda la escena del crimen”, afirmó la mujer.
“A mi hija le habían dado un botón antipánico porque la amenazaba de muerte”, remarcó Analía, quien agregó que Sofía trató de activarlo y “lo tenía en sus manos cuando fue encontrada sin vida en su casa”.
Por su parte, Sandra Sosa, tía de Sofía, también cuestionó el accionar de la Justicia al sostener que hace pocos días el femicida fue “denunciado por ella por las constantes amenazas de muerte y se liberaron del problema dándole un botón antipánico”.
También afirmó que personas como el atacante “son drogadictos, son enfermos y peligrosos que deberían estar internados; sin embargo, la Justicia los tiene libres, no se hacen cargo y hoy a Sofía no la tenemos más”.
El agresor fue imputado por “homicidio calificado por el uso de arma y por mediar violencia de género”, además de “homicidio calificado por el uso de arma en grado de tentativa” por las heridas causadas al muchacho que acompañaba a la víctima.