Jésica Gerez está detenida desde hace dos años. La acusan de haber querido matar a su beba, Lola. Pero se desmayó al dar a luz en su casa y la nena se golpeó. La familia acusa a la fiscal y clama por justicia.

Lola es una beba de un año y nueve meses. El único mimo que recibió de su madre fue cuando nació y la besó en la mano, por "gentileza" de una enfermera de un hospital de Berazategui. Es que la mujer estaba esposada a la cama, por pedido de una fiscal que la acusó de intentar matar a la criatura cuando la dio a luz en su casa, en completa soledad y tras ocultar todo el embarazo por miedo a su ex pareja. Apenas tuvo el alta, fue enviada al penal de Magdalena, sin tomarle declaración. Su hijita, que había llegado con un golpe en la cabeza, fue separada de ella y también de su familia, y nadie sabe actualmente dónde y cómo se encuentra.

"La justicia es un horror. Acusan a mi hija de asesina y se apropiaron de mi nieta. Me sacaron todo", contó Marcela, madre de Jésica y abuela de Lola, en el patio de su casa en la localidad de Hudson, donde cuida a los otros niños de su hija, tres chiquitos de 6, 5 y 3 años, que apenas ven a su mamá dos veces por mes, cuando la visitan en el penal.

El 17 de julio de 2013, Jésica fue encontrada por una vecina en el interior de su casa, desvanecida y en medio de un charco de sangre. A su lado, estaba una beba recién nacida. La chica, que ahora tiene 23 años, no le había contado a nadie del embarazo. "Es que ella se había separado del padre de sus tres nenes y tenía miedo. Lo único que nos dijo en este tiempo es que estaba amenazada. Pero jamás quiso matar a su beba, simplemente la tuvo sola y se desmayó. La gordita estaba golpeada. Y la fiscal María de los Angeles Attarian Mena la acusó de intento de homicidio desde el primer día. Hasta la esposó a la cama, con guardia policial como si fuera una asesina. Luego la mandó a un penal en Magdalena y ahí la tiene abandonada. Ni siquiera la escuchó, y se niega a darle al menos una prisión domiciliaria", dijo Marcela.

Tanto Jésica como Lola fueron trasladadas de urgencia al Hospital Evita Pueblo. "Ese día, por la noche, una enfermera le llevó la beba a Jesi para que se conozcan. Le pudo besar la manito. Después se la llevaron. Nunca más la vio. A los cuatro días, a mi hija le dieron el alta y la encerraron en Magdalena. Mi nietita estuvo diez días internada. Nosotros, su familia, fuimos todos los días a verla. Una mañana llegué y una enfermera me dijo que el día anterior, apenas me había ido, la fiscal Attarian Mena se la había llevado. Desde ese momento no sabemos cómo está Lola, ni siquiera dónde la tienen", explicó la mujer.

La familia de Jésica y Lola está absolutamente unida para lograr justicia. No para de luchar. El bisabuelo Ramón, la tía Paola, la hermana Sofía, la madre Marcela y muchos más, que se reparten tareas para cuidar a los hijos de la joven y, al mismo tiempo, golpear puertas para tratar de ubicar a Lola y lograr la libertad de Jésica. Pero lo único que reciben es desidia. "La fiscal jamás me atendió. La última vez que fui a la fiscalía, me dijeron que ahí ya no tienen la causa, porque fue elevada a juicio. La fecha del debate oral es para agosto de 2017. Un desastre", contó Marcela.

Al comienzo de la instrucción del caso, un abogado le comunicó a la familia que "por 50.000 pesos, en la fiscalía arreglaban todo",

"Me dijeron que liberaban a Jésica y nos devolvían a Lola, pero nosotros no tenemos dinero, somos trabajadores. Hace poco nos ofrecieron acelerar todo el proceso, y que Jésica se declare culpable, así le daban cuatro años de prisión nada más. Mi hija no quiso firmar, se enojó mucho con eso, porque ella jamás hubiera lastimado a Lola. Todo lo contrario. Me pide que siga luchando para recuperar a su hija, que mueva cielo y tierra para encontrarla. Pero no hay caso. Lo único que nos dicen es que Lola está bien, en un hogar. La queremos con nosotros. Si fuéramos peligrosos ya me habrían sacado a los otros hijos de Jesi, pero acá están, cuidados, con amor, van al cole", manifestó Marcela.

Los detalles, que no son insólitos sino directamente macabros, de la violencia institucional que sufren Lola, Jésica y su familia, no se detienen. "En el último tiempo nos vienen proponiendo que firmemos para terminar con el reclamo por la tenencia de Lola, y que la demos en adopción. Una locura. Vamos a pedir siempre por ella. La queremos en casa, con su madre y los hermanitos", cerró la mujer.i


Le pide ayuda a la Presidenta

eRamón es el abuelo de Jésica y bisabuelo de Lola, a quien aún no pudo conocer. "Le pido a la presidenta Cristina Kirchner que nos ayude. Ella viene peleando como nadie para que los genocidas de la dictadura vayan presos por todo lo que hicieron. Pero tiene que saber que en democracia hay personas en la justicia que están haciendo lo mismo. A mi nieta la metieron presa para apropiarse de su hija. Nadie respeta los Derechos Humanos de ellas. Nos hacen esto porque somos pobres. Yo era trabajador cuando estaban los militares asesinos, y se llevaron a quince compañeros. Los desaparecieron. Con mi bisnieta hicieron lo mismo. La presidenta tiene que saber que estos monstruos se reproducen. Me gustaría mucho que escuche a mi familia", dijo el hombre.


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