Ariana Yésica Palacios, la mujer de 30 años cuyo padre confesó haberla matado y sepultado en el jardín de su casa de la localidad de Villa Tesei, murió de tres puñaladas en el cuello, de acuerdo a lo establecido en la autopsia, que ya le fue informada al fiscal que investiga el filicidio.
Los médicos forenses de la Policía Científica comunicaron que la víctima presentaba tres heridas punzocortantes en el sector izquierdo del cuello, donde además el asesino dejó clavada el arma homicida, una cuchilla de 20 centímetros de hoja, en el informe elevado al fiscal Walter Leguisamo, de la Unidad Funcional de Instrucción Nro. 2 de Morón. "Según las resultados preliminares de la autopsia, la causa de muerte fue esa puñalada que le cortó la arteria carótida y afectó también la laringe, mientras que las otras dos cuchilladas no fueron profundas", se indicó.
El crimen de Ariana Palacios se esclareció cuando su cadáver fue hallado sepultado junto a una medianera, en el pasillo del patio de su casa, ubicada en la calle Felix Frías al 3500 de Villa Tesei. Su padre y único detenido en la causa, Willy Palacios (de 64 años, de nacionalidad boliviana y quien trabaja en una funeraria porteña), le había confesado el día anterior a otro de sus hijos que él la había asesinado.
El hijo de Palacios le dijo a la Policía que su padre le contó que el 28 de agosto, alrededor de las 11, discutió con la mujer cuando estaban a solas en su casa, forcejearon, la asesinó clavándole un cuchillo en el cuello y luego la enterró en el patio de su vivienda sin decirle nada a nadie. Palacios reiteró la confesión en su indagatoria ante el fiscal Leguisamo y quedó detenido acusado de homicidio doblemente agravado por el vínculo y por femicidio, al mismo tiempo que el acusado también reconoció que intentó encubrir el hecho dando pistas falsas, además de distintas versiones al novio y a las amigas de su hija que la buscaban.
De acuerdo a las constancias de la causa, el hombre le dijo al novio de su hija que rehiciera su vida porque Ariana tenía una nueva pareja y había decidido cambiar de aire y de trabajo. En tanto, a las amigas les comentó que estaba de viaje por el interior, que había ido a vender productos y hasta que les había pegado a sus padres, que por eso se había ido y les pidió que no la busquen más. También el confeso filicida reconoció en su indagatoria que él mismo desde un celular que había comprado y al que le colocó el chip de la línea de su hija, enviaba mensajes haciéndose pasar ella. Como anda querida yo viajando entregando cosas del nuevo trabajo, novio conociendonos, después nos conectamos besitos ariana (sic), es uno de los falsos mensajes que envió el 19 de septiembre.
La causa por la averiguación de paradero tuvo como particularidad que se inició por una denuncia presentada por una amiga y no por ningún familiar directo.
En la casa donde fue hallado el cadáver vivían Ariana Palacios, que había nacido en Argentina; sus padres, ambos inmigrantes de nacionalidad boliviana; y la hija de 6 años de la víctima.