Pablo Parra es el amigo y vecino de Agustina Fernández, la joven pampeana de 19 años asesinada brutalmente en Cipolletti, Río Negro, y el último que estuvo con ella y la vio con vida.
Según sus dichos, el sábado se vieron en el portón del complejo de departamentos ubicada en calle Confluencia al 1300 de Cipolletti y la invitó a comer algo en su casa.
"Ella iba a hacer la ensalada, le dije que entrara que yo iba a comprar unas cosas y volvía enseguida", recordó el joven en declaraciones a la prensa de la ciudad rionegrina.
Y agregó: "Vine a lo de mi viejo a dejar una parrilla, estuve hablando con ellos y después me fui directamente a la heladería, cerca de las ocho de la noche. Después me dirigí hacia mi domicilio y estacioné afuera, a la vuelta hay una despensa en la que compré dos cervezas y me puse a hablar con el dueño de la despensa".
Según el joven, habrá tardado una hora como máximo hasta que regresó a su vivienda y advirtió que la luz de su departamento "estaba apagada", lo que le llamó la atención. Al abrir la puerta, Parra dijo que encontró a Agustina "tirada en el piso".
"Estaba como temblando, convulsionando", expresó. Al dirigirse a la habitación, encendió la luz y vio que estaba "toda revuelta". Afirmó que advirtió que el tender de su ropa estaba tirado en un patio interno y al trepar a un muro perimetral que da a una obra en construcción vio "una escalera parada", por la que se sospecha ingresó el o los delincuentes. "Enseguida volví y pedí ayuda a mis vecinos", añadió el joven.
Pablo contó que en el complejo hay cámaras de seguridad, pero no cree que funcionen porque al inquilino anterior "le entraron dos o tres veces a robar".
También señaló que tanto su teléfono como el de Agustina fueron sustraídos y que se llevaron la copia de las llaves del departamento que tenía la estudiante, "mil dólares, un rosario de plata grande y ropa".
El joven se decidió a hablar con la prensa ya que al conocerse el triste desenlace que terminó con la vida de su vecina, había sido señalado por algunos vecinos como sospechoso del crimen.
"Soy una persona común y corriente. Trabajadora, que cuando puede ahorra. Y mis ahorros siempre fueron en dólares, por un tema de inflación. También tengo un auto y ando en una camioneta petrolera", aclaró al diario La Mañana de Cipolletti, y dijo que no sabe si los delincuentes lo tenían "marcado".
"Estoy devastado y muy angustiado por lo que pasó con Agustina", aseguró Parra.