Joven con muerte cerebral tras agresión de una patota

El episodio que trascendió ayer, ocurrió el último domingo, alrededor de las 7, cuando Nicolás Ezequiel Berdala, de 16 años, y otros jóvenes acababan de salir de una fiesta de 15 y caminaban por la esquina de las calles Houssay y Bolivia, cuando fueron interceptados por "un grupo de pibes del barrio" que comenzaron a increparlos, provocando una pelea. En medio del incidente, uno de los atacantes tomó un ladrillo del suelo, sorprendió desde atrás a Nicolás Berdala y le dio un fuerte golpe en la cabeza. Si bien las corridas y agresiones se extendieron por varios minutos, el chico se fue a su casa, para acostarse a dormir.

"Cuando llegó, se levantó mi señora a abrirle la puerta y le dijo que lo habían golpeado con una piedra", explicó, el padre de Nicolás, quien agregó que tanto él, como su esposa le preguntaron "si estaba bien" que les respondió "que sí, que no era nada" y "que se iba a dormir, que estaba bien".

El hombre recordó que como su hijo llevaba colocada una gorra "no se le notaba" el golpe recibido y por eso pensaron que sólo estaba cansado "como siempre que venía de bailar". Sin embargo, relató que al regresar a verlo durante la tarde lo encontró "todo duro" en el suelo: "Había querido ir al baño y había quedado todo duro. Lo acosté, lo moví un poco y no reaccionaba", contó. Finalmente, el padre, junto a su cuñado, lo cargaron en un auto y lo llevaron rápidamente al Hospital Sanguinetti de Pilar, desde donde luego fue trasladado a una clínica privada de Martín Coronado. "Los médicos me dijeron que tenía un edema, un coágulo de sangre, que lo iban a operar de urgencia, que ya iban a llamar al cirujano", precisó Javier Berdala, quien añadió que luego le dijeron que en realidad "ya no había nada que hacer" y lo dejaron "con respirador y hay que esperar si tiene evolución".

En tanto, Norma, madre de la víctima, se dirigió a radicar la denuncia por lo sucedido, en la mañana del último lunes, al Destacamento Agustoni, dependiente de la comisaría 1ª de Pilar y horas después fue apresado en su propia casa, el supuesto atacante, un joven de 17 años. La familia de Nicolás Berdala supo que el ahora detenido se vanagloriaba del hecho en su perfil de la red social Facebook "como un trofeo, como diciendo 'fui yo el que le pegó el ladrillazo'". "ja ja ja cómo lo quebré (...) Esto les hice para que sepan quién maneja la calle. Para que cuando me vean agachen la mirada", escribió el chico, quien fue conducido a un instituto de menores de la ciudad de La Plata.

"Por lo que me contaron los amigos, Nico no quería pelear, se quedó en el costadito, vino un chico de atrás y le dio un ladrillazo en la cabeza", sostuvo el padre del chico, quien sostuvo que solo espera que "el que le hizo esto, pague lo que tenga que pagar".