Lo juzgan acusado de prender fuego y asesinar a su mujer

Este miércoles, ante el Tribunal Oral Criminal Nro. 2 de Quilmes, se iniciará el juicio por este femicidio, en el que unos 15 testigos, más las pericias y pruebas obtenidas en la investigación del caso, se expondrán en las tres audiencias previstas. Para la familia de la joven, de entonces 25 años, no caben dudas que el imputado debe ser condenado a prisión perpetua y existen elementos para sostener la acusación en su contra.

Saracho, quien fue detenido de manera inmediata y habría argumentado ante los efectivos policiales que hubo "una discusión", antes de las quemaduras que padeció Mónica Garnica Luján, terminó procesado con prisión preventiva y llega al debate en condición de detenido, alojado en la Unidad Penal de Florencio Varela. "Femicidio, triplemente agravado por el vínculo, alevosía y contexto de violencia" es el delito que afronta y en tal sentido, tanto el fiscal Sebastián Videla, como el abogado querellante Carlos Zimmerman, pedirían la pena máxima.

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El 23 de diciembre de 2017, la joven (estudiante de la Universidad Nacional Arturo Jauretche, hija de una familia boliviana y quien trabajaba vendiendo especies en un mercado de la zona de Quilmes) estaba en su casa, detrás del domicilio de sus suegros, en la calle 116, entre 2 y 3, de Berazategui. Sus tres hijos, de entre 2 y 7 años, se encontraban en la casa de sus abuelos maternos y cuando su pareja llegó comenzó a amenazarla, ante una presunta escena de celos por unas fotos que le habría descubierto en el teléfono celular. De los gritos, pasó la violencia extrema, arrojándole un líquido combustible y prendiéndola fuego.

La víctima sufrió quemaduras en el 55 por ciento de su superficie corporal, siendo trasladada de urgencia al Hospital Evita Pueblo de Berazategui y ante la gravedad de su cuadro de salud, derivada al Hospital del Quemado en la ciudad de Buenos Aires, donde permaneció internada hasta los primeros días de 2018. Nunca logró recuperarse, apenas resistir, hasta que se produjo su deceso, ante el dolor de sus familiares y amigos, muchos de los que conocían sus padecimientos de su relación con Saracho.

La fiscal Gabriela Mateos estuvo a cargo de la investigación, el imputado se negó a declarar, pero logró reconstruir lo ocurrido, a pesar de carecer de testigos presenciales de este episodio de violencia de género y tampoco hallarse del bidón de combustible utilizado en el ataque. Con los elementos reunidos elevó la causa a juicio y Freddy Garnica, padre de Mónica, solo espera que "le den perpetua, no queda otra. Está muy claro lo que pasó y nosotros, lo único que esperamos es que se haga justicia. Fue un femicidio".

"Mi hija era una chica muy trabajadora, cuidaba de sus niños, estaba estudiando en la universidad de Florencio Varela y le faltaba poco para recibirse de instrumentadora quirúrgica. Lamentablemente vivía con un tipo violento, que no hacia nada y ella casi que lo mantenía. De todas maneras, nunca pensamos que esto podría terminar así, pese a que su madre, sus amigas, le insistían en que lo dejara", concluyó el hombre.