Un hombre fue asesinado por un grupo de sujetos, que pretendieron ingresar a robar en su casa de la localidad de Merlo, pero como se resistió, lo picanearon y después lo mataron de un balazo en el pecho.
El caso se inscribe en una ola de muertes en asaltos violentos que se vienen registrando en la zona metropolitana, en una inquietante estadística que indica que se registra un episodio de estas características cada 50 horas, tal como lo revelara un informe de DIARIO POPULAR.
El hecho ocurrió en el domicilio de la calle Victoria al 1200, en la zona céntrica de ese partido, cuando la víctima, identificada como Juan Carlos Flores (de 40 años, padre de dos hijos de 16 y 19 años y empleado administrativo de una empresa automotriz) salía con la intención de llevar en el auto a los chicos a un partido de fútbol.
"Estaba abriendo el portón del garaje para sacar el auto y lo interceptaron los dos delincuentes. Los chicos aún no habían salido de la casa", contó uno de los investigadores, agregando que "el hombre quiso impedir que los dos ladrones ingresaran a robar y comenzó a forcejear con ellos, luego de que su hijo adolescente fue golpeado por uno de los sujetos".
"Entraron a mi casa picaneándolo directamente, mi hijo más chico ve el revólver y se tira encima entonces le empiezan a pegar y se ve que mi marido se enloqueció, logró sacarlos afuera de mi casa y ahí le pegaron el tiro", aseguró Soledad, viuda de Flores.
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Según trascendió, el dueño de casa había cerrado la puerta de entrada y quedó del lado de afuera, donde continuó la pelea con los ladrones hasta que uno de ellos efectuó un disparo con un revólver que impactó en su pecho. Los delincuentes escaparon corriendo y luego abordaron una moto que habían dejado en la esquina.
En tanto, Juan Carlos Flores fue auxiliado por sus familiares, que llamaron al 911 y a una ambulancia pero murió en el lugar antes de ser atendido por los médicos.
Si bien personal de la comisaría 2da. de Merlo salió en búsqueda de los autores del crimen, a pesar de montar un "operativo cerrojo", no lograron dar con los homicidas.
"Vine antes que la Policía, a la que ya habían llamado, estuvo dos horas y media tirado en la calle hasta que vino fiscalía", se quejó la esposa de la víctima, dando cuenta de la inacción frente a la emergencia.
El hecho es investigado por la fiscal Valeria Courtade, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción Nro. 4 del Departamento Judicial de Morón, quien dispuso distintas medidas, entre ellas el secuestro de las cámaras de seguridad de la zona.
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