Penas de 16 y 18 años para los asesinos de una bailarina

El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 10, integrado por los jueces Silvia Estela Mora, Alejandro Noceti y Alejandro Martín Becerra, dio a conocer la sentencia en una audiencia pública realizada en la sala 6066 del sexto piso del Palacio de Justicia porteño, ubicado en Talcahuano 550. La decisión fue comunicada luego de que ambos acusados, Maximiliano Báez (30) y Víctor Ezequiel Blanco (30), hicieran uso de su derecho a pronunciar sus ‘últimas palabras’ en el proceso.

‘Me arrepiento’, dijo Blanco en un volumen bajo y con la cabeza gacha, acompañado por su defensora oficial, Marcela Piñero.

Luego, Báez también se expresó frente a los cerca de 30 familiares y amigos de la víctima que estaban en el recinto. ‘Pido perdón a los allegados de la señora, estoy muy arrepentido, es la primera vez que paso por esto’, manifestó.

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Tras oír a los acusados, las primas de Caviglia, María Inés y Ana María, coincidieron en diálogo con Télam que les parecía ‘llamativa’ la actitud de Blanco, porque no se dirigió en ningún momento al público presente en la audiencia, en comparación con Báez, quien desde el comienzo del juicio dijo que estaba arrepentido.

‘’Tati era querida por todos, muy cariñosa, y Ezequiel (por Blanco) era como un hijo para ella’, se lamentó María Inés.

Luego de la deliberación de los jueces, el tribunal informó que Blanco y Báez cumplirán 18 y 16 años de prisión, respectivamente, por considerarlos ‘coautores materiales’ del ‘homicidio simple en concurso real con hurto’ de la bailarina.

En ese sentido, los magistrados tuvieron en cuenta de forma parcial el alegato del fiscal, Carlos Giménez Bauer, quien el viernes último solicitó penas de 18 años para ambos imputados.

‘Llegamos al juicio con imputaciones recíprocas en la etapa de instrucción’, señaló durante esa exposición, y siguió: ‘Lo que está probado es que mataron a Tati Caviglia, en definitiva ninguno de los dos puede salir de esa realidad’.

Por su parte, Piñero y la defensora de Báez, Cecilia Durand, apelando a la confesión de Blanco durante el juicio como atenuante, habían pedido que se les aplicara una condena más cercana a la mínima de ocho años de prisión que establece el Código Penal.

La lectura del veredicto provocó aplausos entre los presentes, que esperaron en el pasillo fuera de la sala hasta que la Policía se retiró con ambos condenados, a quienes les gritaban ‘asesinos, hijos de puta’ entre llantos y abrazos.

Allí mismo, en un encuentro informal, Giménez Bauer le expresó a la familia que ‘ojalá hubiera podido devolver’ la vida de Caviglia, pero que la sentencia ‘no es más que un número’.

Minutos más tarde, Analía, la amiga de ‘Tati’ que hizo la denuncia cuando desapareció, manifestó a los medios que ni ella ni los allegados a la víctima estaban ‘conformes’ con la condena: ‘Ella no va a volver, y ellos (por los condenados) están con vida’. ‘No quiero decir que tienen que morir, pero nosotros pedíamos más, por lo que hicieron y por la forma en que actuaron’, añadió.

Los fundamentos del veredicto serán informados por el tribunal en una audiencia pautada para el 17 de noviembre.

Caviglia (50) era dueña de ‘La Casa de Tati’, un hostel ubicado en Avenida Independencia 1636, del barrio porteño de San Cristóbal, que también funcionaba como salón de baile de tango, y su desaparición se produjo la noche del 25 de agosto de 2016.

Al día siguiente, Analía hizo la denuncia ante la Policía Federal, preocupada porque la víctima se había ausentado, igual que su empleado Blanco, y no se conectaba al WhatsApp.

Ese mismo 26 de agosto, pero por la madrugada, el cadáver calcinado de una mujer fue hallado dentro de una valija prendida fuego junto a un árbol ubicado en el kilómetro 222 de la ruta 2, a la altura de Dolores.