La lectura de la sentencia fue corta, apenas se extendió por un puñado de segundos. “Se condena a Iván Adalberto Rodríguez a la pena de prisión perpetua, por homicidio calificado por el vínculo, por haber mantenido con la víctima una relación de pareja”, leyó de manera escueta la secretaria del Tribunal Oral Criminal 2 de Mercedes y la sala explotó en emoción y aplausos.
Allí, se encontraban los familiares y amigos de Daiana Barrionuevo, asesinada por su ex marido a golpes de martillo en el rostro y cráneo el 20 de diciembre de 2014, en Moreno.
“Sentimos que logramos justicia. No podemos decir que estamos contentos, porque a Daiana no la vamos a recuperar y el dolor es infinito. Le arrebató la vida esta persona horrible. Pero al menos ahora sabemos que seguirá preso, y que tuvo un juicio donde se comprobó todo el daño que causó”, dijo Osvaldo Barrionuevo, a DIARIO POPULAR.
El fallo condenatorio de los magistrados Juan Manuel Tillet, María Graciela Larroque y Marco Barski fue unánime, en relación al ataque que la mujer, de 24 años, padeció en el interior de su casa en el barrio Las Catonas, del partido bonaerense de Moreno, por Rodríguez con golpes de puño y luego con un objeto que pudo ser un martillo, en ambos casos en el rostro y cráneo, que le provocaron heridas gravísimas y el posterior fallecimiento.
“Agredió a Barrionuevo con al menos un golpe de puño en el rostro, ocasionándole una lesión en el tabique nasal que la hizo sangrar. Y tras ello, otro golpe con un objeto contundente de bordes romos, presumiblemente martillo, maza o similar, que impactó en la cabeza de la joven provocándole un traumatismo cráneo encefálico grave, derivando en el óbito (muerte) de la víctima”, se indicó en los fundamentos del fallo, que fue entregado con copia a la familia.
Daiana, al momento de fallecer, era madre de tres hijos, dos varones mellizos de seis años y una niña de dos. Los tres pequeños se encuentran al cuidado de Cintia Barrionuevo, hermana de la víctima, que ya tenía tres hijos. Junto a su marido, lucha de manera cotidiana contra lo que deja el peor rostro de la violencia machista, que son los femicidios, y la desidia del Estado que desde el 20 de diciembre de 2014 sólo estuvo presente de manera esporádica y espasmódica.
Esto último, acerca del cuidado de los hijos y las hijas de las víctimas del femicidio, obliga a informar con precaución acerca de lo que el Tribunal Oral Criminal 2 de Mercedes planteó como móvil del hecho. Sólo cabe decir que resultó ampliamente comprobado que Daiana había decidido terminar con la relación sentimental con el padre de sus hijos, pese a lo cual continuaban conviviendo en la misma vivienda por razones económicas.
El ataque letal de Rodríguez se registró, justamente, cuando revisó sin permiso el teléfono celular de su ex pareja y “descubrió” que mantenía un diálogo con otro hombre a través de WhatsApp.
Un ya clásico ejemplo de femicidio, que son los crímenes cometidos por varones que consideran a sus parejas o ex de su propiedad. Cuando ellas deciden alejarse, rearmar sus vidas y organizarse con independencia, emerge la violencia machista con toda su furia. Cada 30 horas desde el año 2008, según los datos del Observatorio de Femicidios “Marisel Zambrano”, de la Asociación Civil La Casa del Encuentro.
En la sentencia, asimismo, se brindan detalles del modo en que Rodríguez hizo todo lo posible por lograr la impunidad. “A la noche, previo a introducir el cadáver en dos bolsas de residuos, se descartó del mismo en el arroyo Las Catonas, siendo hallado el 10 de enero de 2015 sobre el mismo arroyo, a unos 1.500 metros de la vivienda”, indicaron los magistrados.
También reconocieron que el femicida “admitió su responsabilidad en el fatal desenlace”, aunque aclararon que “lo hizo proporcionando una versión tendiente a mejorar su comprometida situación procesal”.
El asesino contó en el juicio que le propinó golpes de puño a su ex pareja, luego de “leer” mensajes en el teléfono, y que la víctima perdió el equilibrio, cayó y se golpeó la cabeza con el borde de una mesa. Todas las pericias fueron contundentes en torno a la utilización de un martillo o maza, objeto que el femicida se encargó de desaparecer.
Se sabe, además, que Rodríguez mató a Daiana, tiró su cuerpo al río y luego denunció en una comisaría que su ex pareja había hecho abandono de hogar, dejándolo a él y sus hijos por escapar con un amante.
Este argumento le alcanzó al sujeto para que ni la policía, ni la justicia, investiguen la ausencia de la mujer, cuyo cadáver fue encontrado de casualidad semanas después por una pareja de Las Catonas, que avisó al 911.
Ayer, Rodríguez no estuvo presente en la sala de audiencias del debate oral en Mercedes, como tampoco ningún familiar o amigo. La carga de prueba en su contra fue tan importante que su defensora oficial no pidió su absolución o, al menos, una pena más leve para el sujeto. “Los jueces fueron contundentes y esperamos que el asesino nunca apele este fallo. Tiene que pagar por lo que hizo, en la cárcel para siempre”, cerró el padre de la víctima de femicidio.
El femicidio de Daiana Barrionuevo y el fallo condenatorio al responsable refuerza la necesidad de que la Cámara de Diputados de la Nación lleve a cabo la votación necesaria para aprobar la denominada “Ley Brisa”, una iniciativa de la sociedad civil para que las hijas y los hijos de las mujeres asesinadas en el marco de violencia machista reciban una reparación económica mensual equivalente al monto deuna jubilación mínima y asistencia de salud.
El proyecto de ley ya fue votado positivamente por la Cámara de Senadores, tras la presentación que realizó La Casa del Encuentro, con el apoyo de la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género en Argentina.
Cada semana, en nuestro país ocho niñas y niños pierden a sus madres por femicidios, quedando en estado total de desamparo.
comentar