Un fiscal solicitó una condena de prisión perpetua para la mujer policía que está siendo juzgada acusada de haber torturado y asesinado a balazos hace dos años a un matrimonio del barrio porteño de Parque Avellaneda para robarle entre 70.000 y 80.000 dólares con los que planeaba pagar un viaje a Disney para su hija.
El pedido fue formulado ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 7, por el fiscal de juicio Oscar Ciruzzi, quien consideró a la imputada Sonia Rebeca Soloaga (36) autora del doble crimen de Alberto Antonio Chirico (71) y su esposa María Delia Speranza (63).
Ciruzzi mantuvo la misma calificación por la que Soloaga había llegado a juicio y la acusó por los delitos de “robo agravado por haber sido cometido con arma de fuego en concurso real con un homicidio triplemente agravado por criminis causa, por la alevosía y por haber sido cometido con un arma de fuego, en concurso con falsa denuncia”.
El representante del Ministerio Público Fiscal sostuvo el requerimiento de elevación a juicio de la fiscal de instrucción Estela Andrade y en ese sentido dio por probado que Soloaga, quien en aquel momento trabajaba en la comisaría 9C de la Policía de la Ciudad, cometió el crimen entre las 12 y las 14.30 del 11 de junio de 2019, en la casa del matrimonio, ubicada de la calle Eugenio Garzón 3581, zona donde ella cubría servicio de parada.
“Al lugar ingresó la nombrada cuando le habilitaron el acceso. Primero ejerció violencia sobre ambas personas y con unos golpes consigue que le señalen dónde tenía guardada una suma importante de dinero, entre 70 y 80 mil dólares y entre 50 y 60 mil pesos”, señaló.
Como posible móvil del crimen, Ciruzzi sostuvo el robo del dinero y mencionó además la deuda que Soloaga tenía con la empresa “Fun Time” para poder pagar un viaje a Disney que le quería regalar a su hija por su cumpleaños de 15.
Al hablar de los agravantes del doble homicidio, fundamentó el “criminis causa” en que la imputada mató para “ocultar y perpetrar el desapoderamiento en cuestión”, es decir el robo, y dijo que hubo “alevosía” porque “ya había reducido” y dejado en estado de indefensión a las víctimas, quienes no pudieron “responder a ningún tipo de agresión”.
El juicio pasó a un cuarto intermedio hasta el próximo 23 de de junio a las 14.30, cuando sea el turno de los alegatos de las defensa.