Policiales
Dos de los tres hombres de nacionalidad paraguaya que fueron acribillados en ese hecho ocurrido en la noche del jueves pasado eran investigados por el expendio de drogas
Mientras se busca a los dos hombres que asesinaron a otros cinco en el interior de un bar de la villa 1-11-14, de la zona porteña del Bajo Flores, las principales sospechas apuntaban a la pista del narcotráfico.
Dos de los tres hombres de nacionalidad paraguaya que fueron acribillados en ese hecho ocurrido en la noche del jueves pasado eran investigados por el expendio de drogas en ese asentamiento, dejaron trascender fuentes policiales.
En tanto, la Policía tendría algunos indicios sobre los responsable del violento hecho, pero por el momento no se los había podido ubicar. El quíntuple crimen se produjo alrededor de las 22:30 del jueves en un bar que funcionaba en la casa 419 del asentamiento situado en Perito Moreno y Varela, a pocos metros del predio de San Lorenzo de Almagro.
A ese lugar arribaron dos hombres, uno de los cuales se quedó en la puerta y el otro llegó al mostrador, para enseguida desenfundar armas de calibre 9 milímetros y abrir fuego contra los cinco parroquianos que se encontraban en el lugar.
Mientras los hombres fueron trasladados a distintos hospitales de la zona en autos particulares, dos mujeres que también se encontraban en el bar lograron guarecerse y resultaron ilesas. Dos de los heridos murieron poco después en el Hospital Penna, mientras que otros tres lograron sobrevivir tan sólo hasta la jornada siguiente.
Los hombres asesinados fueron identificados como Hugo Herrera, de 43 años, y José Daniel López, de 21, ambos de nacionalidad argentina, y los paraguayos Amado Benítez Fernández, de 47; Miño Altagracia Ferreira, de 50, y Rodolfo Martínez Jaram de 52. Los asesinatos son investigados por personal de la comisaría 34ta. de la Policía Federal y de la Fiscalía de Instrucción de Nueva Pompeya y Parque Patricios.
El 29 de octubre de 2005 la villa 1.11.14 fue escenario de otro hecho violento en el que fueron asesinadas cinco personas, entre ellas un bebe de siete meses, y otras cinco resultaron gravemente heridas en lo que se conoció como "la Masacre del Señor de los Milagros". Por uno de los crímenes y por las lesiones de uno de los heridos, fue condenado a 18 años de prisión Alionzo Rutilio Ramos Mariños, un ciudadano peruano sindicado como uno de los líderes del narcotráfico en la Capital Federal.
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