Carlos Ortiz, uno de los reclusos que el domingo por la noche junto a otros seis escapó de la comisaría segunda de Villa Ballester, partido de San Martín, decidió entregarse a la Justicia ante las cámaras de un canal de televisión y acompañado de su abogado defensor.
El prófugo tiene 18 años y es acusado de ser el autor material del crimen del comerciante Eduardo Herrlein, un zapatero de 61 años asesinado en un asalto ocurrido el 13 de junio, en Villa Ballester.
Antes de ser detenido formalmente por los efectivos, el preso aseguró querer "hacer las cosas bien” e insistió con su inocencia. Menos de tres horas antes, por el mismo canal había hablado su madre pidiéndole justamente que se pusiera a disposición de la Justicia.
Según el letrado que lo defiende, el joven tomó la decisión de huir por el techo con los otros reclusos debido a que lo amenazaron.
“Tenía bastante miedo, tenía el corazón en la boca y no sabía qué decir”, recordó sobre lo sucedido en el penal la noche del domingo, minutos antes de que dos agentes policiales lo arrestaran.