Un preso del penal de Almafuerte, en Mendoza, con antecedentes de abuso sexual simple, fue sometido a diferentes torturas por sus compañeros, quienes lo filmaron.
Entre los videos que circularon, se puede observar uno en el que le meten a la fuerza un palo en la boca. También lo obligaron a bailar vestido de mujer.
El joven tiene 25 años y está cumpliendo una condena de 5 años por diferentes delitos, entre ellos, abusos sexuales. En los videos, además, lo obligaron a confesar sus delitos: “Quise violar a la profesora en la escuela”, decía, mientras lo golpeaban.
Mucho se habla de la “ley de la cárcel”, en la que se conoce que los abusadores son condenados por los presos del penal con una tortura similar al delito cometido. Si bien el interno se encontraba aislado en el sector de Admisión II de Almafuerte, junto a 20 presos que forman parte de un equipo de rugby, cuando sus nuevos compañeros conocieron la causa, no dejaron pasar la condena.
El último hecho de abuso que cometió el preso ocurrió dentro del penal en septiembre de 2018. El acusado se encontraba solo en un aula de la escuela de Almafuerte con su profesora, cuando la tomó de atrás y le tapó la boca para que no gritara. “Quedate bien quietita”, le dijo al oído. La maestra logró escapar del agresor y pidió ayuda a los gritos.
Luego de ese episodio, fue alojado en Admisión. Una vez que las autoridades se enteraron de las torturas, lo trasladaron al módulo de Máxima Seguridad, donde quedó en una celda completamente aislado.
De acuerdo a la información de UNO, sus familiares presentaron un habeas corpus para que se buscara alguna medida alternativa, debido a que temen por su integridad física. La Inspección General de Seguridad y el Servicio penitenciario deben determinar qué pasó con los penitenciarios y quiénes son los internos que intervinieron en el hecho.