El ex ministro de Defensa y actual diputado nacional cuestionó duramente las declaraciones de Javier Milei y aseguró que los F-16 adquiridos a Dinamarca no aportan capacidad disuasoria en el Atlántico Sur.
El debate por la noción de soberanía volvió a encenderse luego de que el presidente Javier Milei afirmara que “para el kirchnerismo, soberanía significa una gran villa miseria decorada con banderines de Argentina”.
La frase, pronunciada durante el acto en la base militar de Río Cuarto donde se presentó oficialmente la compra de seis aviones F-16 a Dinamarca, generó una inmediata respuesta del exministro de Defensa y actual diputado Agustín Rossi.
“El Presidente, como suele hacer, miente en forma maniquea”, replicó Rossi y cuestionó la operación que el Gobierno considera clave para modernizar la Fuerza Aérea. Para el exfuncionario, los F-16 “no sirven para disuadir a los ingleses por Malvinas” y, por lo tanto, no pueden ser interpretados como un acto de soberanía.
Rossi sostuvo que la compra realizada por el Ejecutivo “no es soberanía” porque se trata de aeronaves cuya capacidad operativa no puede utilizarse en el Atlántico Sur.
“Haber adquirido un avión que no se puede emplear frente a la ocupación ilegal que lleva adelante Gran Bretaña en Malvinas carece de sentido estratégico”, señaló. Además, recordó que el Reino Unido es “el principal socio militar de los fabricantes del avión, que son los Estados Unidos”, por lo que consideró improbable que una operación de este tipo avance sin la aprobación británica.
Según Rossi, la adquisición de los F-16 contrasta con la alternativa que evaluaba su gestión: los JF-17 de fabricación chino-pakistaní. “Hubiese sido una decisión soberana si hubiese comprado los aviones JF-17, porque eso sí hubiese significado una acción disuasoria muy fuerte en el Atlántico Sur”, insistió.
El diputado remarcó que Washington no autorizaría una venta de esta magnitud si existiera riesgo de alterar el equilibrio militar con el Reino Unido en la región.
El exministro también cuestionó el rumbo general del Gobierno en materia de Defensa. En ese sentido, advirtió sobre las versiones que circularon desde Casa Rosada sobre una posible cesión de instalaciones militares en Tierra del Fuego a Estados Unidos. “Soberanía no es entregarle la construcción y uso de la base naval militar en Ushuaia, la más austral del mundo”, enfatizó.
A sus críticas en el plano geopolítico y estratégico sumó observaciones económicas. Rossi afirmó que “soberanía tampoco es eliminar el FONDEF”, el Fondo de Asignación Específica para el Reequipamiento de las Fuerzas Armadas, cuya continuidad -sostuvo- está comprometida en el proyecto de Presupuesto. Para el exfuncionario, el desfinanciamiento impactará no sólo en la capacidad operativa del país, sino también en la industria vinculada a la defensa.
El diputado alertó además sobre la situación del personal militar, al asegurar que los salarios se encuentran “entre los más bajos de los últimos años” y que la inversión en Defensa, medida como porcentaje del PBI, “también es la más baja”.
Finalmente, extendió sus críticas al plano económico general: “Soberanía no es que estén cerrando empresas y que los argentinos se queden sin trabajo, sin ninguna perspectiva de crecimiento”.
La respuesta de Rossi se convirtió así en el contrapunto político más fuerte tras la presentación de los F-16, y anticipa un debate que promete profundizarse en el Congreso y en el seno de las Fuerzas Armadas.
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