
Se filtró un comentario del diputado radical Gerardo Cipolini sobre su colega Rosario Goitía. "Qué buena que está la peruca. Tremendo”, dijo el legislador de 82 años.
El veterano diputado de la UCR Gerardo Cipolini tuvo este miércoles un exabrupto al expresar que la legisladora formoseña Rosario Goitía está “buena”. Ocurrió durante la sesión preparatoria de los diputados, que prestaron juramento a sus cargos.
"Qué buena que está la peruca. Tremendo”, expresó Cipolini al momento de la jura de Goitía, según pudo se captar en video que se hicieron virales en las redes sociales.
Cipolini, que estaba a cargo de la sesión preparatoria por ser el diputado de mayor edad (82), habló por lo bajo mientras Goitía juraba en su cargo, lo que de todos modos no puedo evitar que la frase se filtrara por los micrófonos que quedaron abiertos sin que él lo percibiera.
Con el presidente Javier Milei como espectador de lujo e interactuando permanentemente con sus fans en el recinto, la Cámara de Diputados se convirtió en un duelo de hinchadas, incluyendo una guerra de cánticos entre las parcialidades, con provocaciones, abucheos y ovaciones que acompañaron las juras de los legisladores electos.
La entrada de Milei al palco principal, acompañado por su hermana Karina Milei y el jefe de Gabinete Manuel Adorni, se dio en medio de un estruendo de aplausos de los libertarios: estallaron sus palmas tanto los que estaban sentados en sus bancas, como quienes abarrotaron las galerías del recinto como en las viejas épocas del Gobierno de Cristina Kirchner.
También fue muy efusiva la bienvenida que le dispensaron los libertarios a la saliente ministra de Seguridad y senadora nacional electa, Patricia Bullrich, quien se convertirá en la figura excluyente de la estrategia del oficialismo en el Congreso.
El fuego cruzado se inició cuando el diputado nacional de Unión por la Patria y ex veterano de Malvinas Aldo Leiva, antes de que se iniciaran las juras, se dio vuelta y al levantar la cabeza ubicó con su vista a Milei, a quien le recordó que “la Patria no se vende”, el tradicional grito de guerra del kirchnerismo.
Inmediatamente de que el chaqueño prendiera la mecha, la bancada liberal lo abucheó y retrucó al grito de “¡Presidente, presidente!”.
En ese momento empezaron a mezclarse las consignas de uno y otro lado: kirchnerismo e izquierda entonaban “la Patria no se vende” y los libertarios los taparon al grito de “¡Libertad!”.