La determinación fue sorpresiva y la explicación oficial -"Macri no tenía voz para el discurso"- no convenció a nadie. El verdadero motivo podría encontrarse en las múltiples versiones que circulan sobre la posible renuncia del ministro de Ciencia, Lino Barañao, por el conflicto y las tomas en las sedes del Conicet.
La convocatoria oficial había sido pautada para las 12 e incluso 20 minutos antes un mail oficial confirmó la invitación a cubrir el evento en Olivos. "No van a poder pasar. El Presidente no va a poder hablar y también se decidió que no dé la conferencia de prensa Jorge Triaca", fue la excusa de un anonadado vocero oficial.
En este marco, 12 sindicalistas, entre los que se encontraban Juan Carlos Schmid, Héctor Daer y Carlos Acuña -el triunvirato que conduce la CGT-, Antonio Caló, Andrés Rodríguez y Rubén Sandobal, concurrieron al Quincho de la Quinta de Olivos donde fueron saludados, entre señas -según las imágenes de las pocas cámaras que ingresaron unos minutos al predio-, por el presidente y por los otros funcionarios presentes: Marcos Peña, Fernando de Andreis y Jorge Triaca.
No hubo palabras de ocasión pero los invitados y el anfitrión sí posaron para las fotos. Parados, degustaron una picada de fiambres, sanguchitos de chorizo, bondiola y empanadas.
La reunión se extendió durante poco más de una hora y tampoco hablaron los gremialistas.En el Gobierno minimizaron las versiones sobre la renuncia de Barañao. Lo cierto es que el funcionario mantiene contacto con Peña por el conflicto en las siete sedes del Conicet tomadas por trabajadores y científicos.
La explicación oficial sobre la suspensión del contacto con la prensa resultó inexplicable: luego de que Macri fuera operado el martes de sus cuerdas vocales, se difundió la recomendación oficial de cuidar su voz y hablar lo menos posible. Por ello resulta inexplicable que ese argumento justificara la suspensión de la conferencia a último momento.
LEA MÁS:
comentar