Con la cumbre de líderes del G20 a la vuelta de la esquina, el gobierno intentará -si el operativo de seguridad muestra más eficiencia que el bochorno vivido ayer en las afueras del estadio Monumental- tener éxito en la única política que desde su asunción le ha dado resultado: mostrar hacia afuera un país con reformas en marcha en contraposición a los problemas de gestión que ha expuesto a los de adentro. Esto es una inflación indomable, que este año alcanzará la cifra más alta desde 1991, una caída del consumo notoria y una recesión que ya comienza a mostrar su peor cara con el cierre de empresas.
El último martes en el CCK Patricia Bullrich, acompañada de otros funcionarios, detalló el operativo para garantizar la seguridad de los presidentes: 6 zonas de veda en la Ciudad, tecnología antinuclear donada por Estados Unidos y China, entre otros dispositivos. Empero, el desborde de ayer en Núñez que obligó a suspender la final de América entre River y Boca nuevamente disparó acusaciones entre la Ciudad y la Nación por las desinteligencias del operativo.
Pero a partir del jueves con la asistencia de potencias extranjeras, el gobierno desplegará un impresionante operativo de seguridad para evitar incidentes: se chequearán desde los llamados al 911 hasta los ingresos por los pasos fronterizos y las amenazas que circulen por internet. Las manifestaciones de los antiglobalización y grupos locales serán admitidas al sur de la avenida Belgrano.
Más allá de las disputas comerciales entre Estados Unidos y China, en el gobierno esperan que el evento concluya con el espíritu de las jornada llevadas a cabo durante un año. Y, claro, Macri tratará de aprovechar las fotos con Donald Trump, con el francés Emmanuel Macron o el chino Xi Jinping.
El viernes 30 comenzarán las jornadas de trabajo en Costa Salguero y a la noche, con una ciudad cercada sin subtes ni trenes y la avenida 9 de julio totalmente cerrada, se se llevará a cabo la cena de gala en el Teatro Colón. Será un evento cerrado al que solo asistirán los presidentes con sus parejas; el resto de las comitivas se reunirá con funcionarios en Cancillería. El sábado 1° culminará la cumbre con la lectura del comunicado oficial.
Con la asistencia de potencias extranjeras, el gobierno desplegará un impresionante operativo de seguridad para evitar incidentes: se chequearán desde los llamados al 911 hasta los ingresos por los pasos fronterizos y las amenazas que circulen por Internet. Las manifestaciones de los antiglobalización y grupos locales serán admitidas al sur de la avenida Belgrano. Cerca de la ministra Patricia Bullrich dicen estar preparados para repeler cualquier acto de violencia.
Tanta meticolusoidad y organización a través de varias carteras y la Unidad G20, que en unas semanas informará los números del gasto de la organización, expone la necesidad del Ejecutivo de que todo salga bien. Para intentar mantener la vara alta hacia el exterior.
Aquí el gobierno enfrenta problemas mundanos como consecuencia del esquema de tasas altas implementado para frenar la suba del dólar y los nubarrones de la corrida cambiaria que comenzó en mayo y puso la economía patas para arriba.
En la Anses reconocen que los jubilados tendrán este año una mejora de cerca del 30% por lo que estarán 15 puntos debajo de la inflación. Tampoco recibirán bono de fin de año. Finalmente la reforma previsional sancionada así casi un año en medio de incidentes frente al Congreso, no llegó a ser la panacea que prometían en Balcarce 50. Todo se trató de achicar el gasto.
Los datos del Indec conocidos esta semana expusieron que la actividad cayó 5,8% en septiembre y que la economía ya está en recesión (con la baja de los 2 últimos trimestres). El consumo no para de caer: es que todos los sectores perderán poder adquisitivo este año y desde 2016 tampoco hubo mejoras sustanciales en el ingreso frente a un costo de vida en aumento.
La canasta básica total con la que se mide la pobreza subió 7,5% en octubre pasado y 54,6% en el último año muy por encima del índice salarial. Son números oficiales que muestran el cimbronazo a los bolsillos y que preanuncian que a fines de marzo, de acuerdo al calendario del Indec, se informará una nueva suba en la pobreza.
Pero el frenazo en la economía por el sistema de tasas altas también comienza a reflejar su efecto en la actividad de las empresas. Hace unas horas la Policía desalojó a trabajadores despedidos que ocupaban la planta de Siam en Avellaneda y la ciudad de Chiviloy, a 160 kilómetros de Buenos Aires, se encuentra convulsionada por el cierre de Paquetá, que fabrica calzados para Adidas, dejando en la calle 650 operarios. Hasta el intendente local se involucró en el tema y pidió, hasta ahora sin éxito, una audiencia con el titular de Producción y Tabajo, Dante Sica. El ministro que vació de poder a Jorge Triaca y ahora va por su segudno, el actual secretario Horacio Pitrau.
Otra muestra del desmadre de la economía es el caso de los combustibles. El presidente chileno Sebastián Piñera anunció que el viernes, por quinta semana consecutiva, bajarían los precios de las naftas acompañando el descenso del crudo a nivel internacional. Por estas tierras, más allá de la puesta en escena del secretario Javier Iguazel, no hay novedades luego de las 14 subas que hubo en el año en los surtidores.
La desregulación del mercado de los combustibles fue una muestra de la impericia económica del gobierno: el año pasado el ex ministro Juan José Aranguren explicaba las supuestas ventajas de esta decisión a los acreditados de Casa Rosada. Nada de eso se cumplió: en nuestro país siempre hay una excusa para que suban ya sea por el componente de biosiel, por el valor del dólar o por un viento extraño. Esa teoría económica quizás hubiera funcionado en un país con una economía saneada. Un mal pensado también podría arguir que Aranguren, ex CEO de Shell, llevó agua para su molino. Sea lo que fuere, una vez más las consecuencias las pagó la gente.
Tampoco se entiende el devenir de la estatal Aerolíneas Argentinas que, según la mirada, en 10 meses pasó de ‘no recibir más subsidios en 2019’ a estar ‘técnicamente quebrada’. Los argumentos de la baja de venta de pasajes al exterior y el aumento en los combustibles -que desde hace unos días no para de bajar-, no parecen ser sólidos. El ministro Guillermo Dietrich rechazó nuevamente las versiones de privatización y dijo que solo desea ‘una empresa fuerte y sustentable’.
Mañana habrá paro por 24 horas de los gremios aeronáuticos y el martes, de 4 a 7, participarán de asambleas junto al resto de los sindicatos del transporte convocados por la poderosa CATT. Esa agrupación, que talla en la interna de la CGT, reclama un aumento de emergencia a los jubilados y cambios en Ganancias.
Con todo, el Ejecutivo intentará retomar la iniciativa en diciembre con el llamado a sesiones estraordinarias para tratar cambios en la financiación de las campañas y la reforma a Bienes Personales, un tributo que va a financiar la perdida de recursos de las provincias.
Empero, deberá lidiar con la protesta social. En la madrugada del jueves unas 100 personas intentaron tomar un predio intrusado en Ciudad Evita que viene con problemas de dominio desde los años ‘80. Casi a la 6 de aquella jornada Rodolfo Orellana, un militante de la CTEP, fue asesinado de un balazo en la espalda: la justicia investiga si fue víctima de un caso de gatillo fácil por parte de los policías del operativo o bien de un tercero.
En el Ejecutivo sostienen que la intendenta matancera Verónica: Magario se opone a la ocupación. ‘Todo el proceso se realizó con un trabajo en conjunto con el municipio de La Matanza, quien facilitó maquinaria para la apertura de zanjas, y así poder establecer una división entre el predio ocupado y que estaba libre’, indicó una fuente consultada.
Los malos números en las encuestas obligarían a un cambio de escenario: cerca de la gobernadora María Eugenia Vidal estudian desdoblar las elecciones distritales de las nacionales, algo impensado meses atrás. Aunque no se concrete, sí parece una estratagema para descolocar a la oposición.
Justamente la denominada Alternativa Federal, impulsada por Miguel Pichetto, Juan Schiaretti, Juan Manuel Urtubey y Sergio Massa, logró una foto con mayor volumen político sumando 8 gobernadores. La Unidad Ciudadana de Cristina Kirchner sigue construyendo, subterráneamente, acuerdos para intentar una unidad hacia 2019 que sólo podría lograrse si en una supuesta primaria no compitiera la ex presidenta. Una hipótesis lejana: Cristina estaría repitiendo la misma estrategia de 2017 para que, al final, el resto de los referentes del PJ vayan tras su figura.