Además intentarán rechazar los decretos presidenciales que modificaron organismos como Vialidad, el INTI, el INTA, el Banco Nacional de Datos Genéticos y organismos culturales.
El Senado sesionará este jueves desde las 11 con un extenso temario que incluirá proyectos sobre financiamiento universitario, la emergencia en pediatría, decretos delegados y acuerdos militares.
Uno de los proyectos centrales es la declaración de la emergencia pediátrica para el Hospital Garrahan, que prevé refuerzo de fondos, mejoras salariales y facilidades para la compra de insumos y medicamentos
También se discutirá el financiamiento de las universidades nacionales, con una actualización retroactiva del presupuesto desde enero de 2025 y recomposición salarial para docentes y no docentes
El presidente Javier Milei anticipó que, en el caso de aprobarse, vetará tanto la iniciativa sobre el Hospital Garrahan como la vinculada a las universidades nacionales, por considerar que vulneran su política de equilibrio fiscal
El temario fue acordado el miércoles en una reunión de Labor Parlamentaria en la que participaron representantes de las bancadas, y que tuvo como anfitriona a la vicepresidenta Victoria Villarruel, relegada y de bajo perfil tras ser calificada como “traidora” por el presidente Javier Milei.
En la sesión se buscará rechazar decretos que intervinieron organismos públicos: el 351/2025 (Banco Nacional de Datos Genéticos), el 340/2025 (Marina Mercante) y el 345/2025 (Instituto Nacional del Teatro, la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares). También confrontaron contra decretos que ya habían sido judicializados, como el 461/2025 (Vialidad Nacional, Agencia Nacional de Seguridad Vial y Comisión Nacional de Regulación del Transporte) y el 462/2025 (INTI, INTA, INPI, ARICCAME, INASE e INV).
Entre los decretos delegados destacan aquellos que transforman al Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y al Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), al quitarles su carácter de entes autárquicos o descentralizados para convertirlos en organismos desconcentrados, dependientes directamente de secretarías de Estado.
El INTA, en tanto, pasaría a depender de la Secretaría de Agricultura: el Gobierno argumentó que en el funcionamiento de ese organismo hubo un “notorio sobredimensionamiento de su estructura”, con 932 cargos jerárquicos, y citó informes de la SIGEN que advertían sobre “deficiencias sustantivas” en su funcionamiento.
Mientras que el INTI sería transformado en una unidad dependiente de la Secretaría de Industria; en ese caso se cuestionó que el 30% de sus recursos humanos se hubieran concentrado en el área de administración, un ratio “muy por encima de los estándares habituales”.
Uno de los puntos más controvertidos de los decretos delegados fue la disolución de la Dirección Nacional de Vialidad, un organismo autárquico con más de 60 años de historia.
La Casa Rosada sostuvo que la estructura de Vialidad “no se ajusta a las necesidades actuales de gestión”, lo que se reflejaba en “altos costos operativos” y falta de agilidad.
Mencionó una “desproporción” entre el personal administrativo y el operativo, y afirmó que había mayor eficiencia en los tramos concesionados a privados.
El decreto reasignaba a su vez tareas esenciales como la planificación de obras, la elaboración de pliegos y los controles de gestión a unidades dentro del Ministerio de Economía.
También disponía la disolución de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) con el objetivo de “reducir el gasto público”, y se basaba en que la Gendarmería Nacional ya tiene la capacidad operativa para realizar el control en las rutas nacionales.
Las competencias de la ANSV se transferían a la Secretaría de Transporte, con la excepción del control y la constatación de infracciones en rutas nacionales, que quedaban a cargo exclusivamente de la Gendarmería.
En la misma línea, se reorganiza la Comisión Nacional de Regulación del Transporte, que pasaría a llamarse “Agencia de Control de Concesiones y Servicios Públicos de Transporte”, un nuevo ente que absorbía las competencias de fiscalización de las concesiones viales que antes tenía Vialidad.
Lo mismo sucedería con la Junta de Seguridad en el Transporte, que cambiaría su nombre a “Agencia de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación”, al limitar su competencia exclusivamente al transporte aéreo. Sus funciones de investigación en los modos ferroviario, automotor y marítimo eran suprimidas o reasignadas a otros organismos.
En las afueras del Senado, los trabajadores del Hospital Garrahan, Vialidad Nacional, el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) se movilizarán para exigir la aprobación de proyectos clave y el rechazo de decretos delegados que afectan a sus sectores.
La Cámara de Diputados rechazó ayer por amplia mayoría el veto de la ley que declara la emergencia en Discapacidad, y quedó listo su envío a la Cámara alta, aunque primero debe ser comunicado por la Presidencia de Diputados, lo que impedirá un eventual tratamiento en el recinto senatorial.
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