El cosecretario general de la CGT, Octavio Argüello, calificó al gobierno de Javier Milei como “un desastre” y denunció un “avance contra los derechos laborales” a través de la reforma que prepara el oficialismo.
La Confederación General del Trabajo (CGT) endureció su postura frente al Gobierno nacional tras las declaraciones del dirigente camionero Octavio Argüello, recientemente ratificado como cosecretario general de la central obrera. En un contexto de creciente tensión por la reforma laboral que impulsa el oficialismo, el gremialista advirtió que el movimiento sindical se encuentra ante “un momento decisivo” y prometió “defender los derechos de los trabajadores en todos los frentes”.
“Tenemos que comprender que ante este gobierno cipayo debemos unirnos, porque si no estamos todos juntos, nos llevan puestos”, señaló Argüello en diálogo con Radio Rivadavia. En su análisis, el gobierno de Javier Milei “es un desastre” y está “atacando la salud, a los discapacitados y a los jubilados”.
El dirigente apuntó especialmente contra la iniciativa de reforma laboral, a la que considera “una ofensiva para flexibilizar las condiciones de trabajo, extender las jornadas y eliminar las horas extras”. “Esto no es una modernización, es una flexibilización laboral impulsada por la embajada de Estados Unidos y el Fondo Monetario. Lo que quieren es trabajadores sin derechos, totalmente indefensos”, subrayó.
Argüello también rechazó el argumento oficial de que los costos laborales son un obstáculo para las pymes. “Lo que mata a las pequeñas y medianas empresas son los impuestos, no las indemnizaciones. Un trabajador con diez años de antigüedad no quiebra a nadie; lo que quiebra son las políticas económicas”, afirmó.
En cuanto al debate sobre la renovación sindical, reconoció que “hay una necesidad de recambio generacional”, aunque destacó el valor de la experiencia. “No es solo una cuestión de edad, sino de ideas y capacidad para afrontar los momentos difíciles. Hay muchos jóvenes participando, pero sin perder de vista la defensa de los derechos”, sostuvo.
El cosecretario general de la CGT remarcó que la central mantiene su disposición al diálogo, aunque criticó la falta de apertura del Gobierno. “Vamos a dar la pelea en todos los frentes: el judicial, el legislativo y, si hace falta, también en la calle”, advirtió.
Consultado sobre la relación entre el sindicalismo y el peronismo, Argüello reivindicó sus raíces: “Yo soy peronista y lo reivindico porque fue quien más derechos le dio a los trabajadores. Pero el sindicalismo representa a todos, piensen como piensen. Lo que defendemos son los derechos, no un partido político”.
Con el anuncio de nuevas reformas y un clima político cada vez más tenso, la CGT se prepara para un cierre de año cargado de definiciones y posibles medidas de fuerza.
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