La Unidad de Información Financiera (UIF) pidió este lunes la absolución por falta de pruebas de los trece acusados en el juicio por supuestas irregularidades con la obra pública en Santa Cruz entre 2003 y 2015, entre ellos la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, al plantear que no existe la posibilidad de sobreprecios por lo que consideró irresponsable avanzar en la acusación.
"Esta querella entiende que no existe la posibilidad de sobreprecios y sería irresponsable avanzar en una acusación", sostuvo en el alegato el abogado de la UIF Leandro Ventura, con lo cual descartó que corresponda encuadrar a los investigados bajo los delitos de administración fraudulenta y asociación ilícita.
El alegato del representante de la UIF fue seguido por la vicepresidenta y el resto de los acusados a través de la plataforma Zoom.
En el caso de la titular del Senado y exmandataria entre 2007 y 2015, el organismo consideró que su intervención en los hechos investigados se desarrolló en el marco de facultades que le eran propias, en el marco de la Constitución Nacional y las leyes.
"No es posible atribuir responsabilidad penal por una acción conforme a Derecho", agregó casi al finalizar el alegato, que se extendió por casi tres horas, el también abogado de la UIF Alejandro Irachet.
Al extender esta interpretación a la situación de todos los exfuncionarios nacionales juzgados, la querella evaluó que queda frente a una cuestión política, cuyo acierto o desacierto se encuentra excluido de control jurisdiccional.
La UIF subrayó que no se cuenta en el debate con el grado de certeza suficiente para afirmar la existencia de sobreprecios en las obras analizadas, y apuntó en particular contra una cuestionada pericia contable realizada sobre las obras públicas de Santa Cruz, a la que reclamó descartar por sus inconsistencias y falta de acuerdo entre peritos, precisó.
Los abogados del organismo iniciaron su exposición ante el Tribunal Oral Federal (TOF) Nº 2 con el planteo de que la UIF debió haber desistido de su rol acusador en esta causa durante la administración anterior, en 2017, porque en ella no se investiga lavado de activos.
La UIF aludió a un estado de duda insuperable en relación a los presuntos sobreprecios, por lo que reclamó la absolución de todos los acusados respecto al tipo penal de administración fraudulenta.
Al no poder acreditarse la existencia de un fraude, la querella descartó también el otro delito que se ventila en el juicio, la figura penal de asociación ilícita. "Resulta imposible probar la existencia de una asociación criminal, puntualizó el organismo en referencia a esa acusación.
La UIF solicitó descartar como prueba una pericia considerada clave sobre las obras cuestionadas, a la que le atribuyó inconsistencias y falta de claridad.
La querella sólo pidió una pena de un año de prisión en suspenso para seis exfuncionarios de la delegación Santa Cruz de Vialidad Nacional y de Vialidad de esa provincia por presunto incumplimiento de deberes al omitir controlar irregularidades en contratos adjudicados a empresas de Lázaro Báez.
Sin embargo, recomendó evaluar si el delito se encuentra prescripto por el paso del tiempo al concluir el alegato en cumplimiento a la instrucción del presidente de la UIF.
En cuanto a Báez, propietario de Austral Construcciones, el organismo también pidió la absolución por todos los delitos en base a los cuales llegó a juicio.
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