E l gobierno salió a cuestionar la legitimidad de la protesta de la CGT y llamó a la cúpula sindical a resolver los problemas a través del diálogo.
“Dialogar y buscar soluciones en conjunto es lo que va a acelerar este proceso de crecimiento. Ahí hay que poner la energía, no en movilizarnos a no se qué, como hace algunas horas veíamos acá: eso es una pérdida de tiempo”, exclamó el presidente Mauricio Macri durante un acto realizado por la tarde en Casa Rosada.
De alguna manera, el oficialismo salió a contestar la masiva protesta llevada a cabo a metros de la sede gubernamental con un encuentro en el que Macri compartió con grupo de jóvenes que accedieron a su primer empleo.
Pasadas las 17, cuando los manifestantes habían abandonado la Plaza de Mayo, el jefe de estado recibió en el salón de los Pueblos Originarios a unos 200 jóvenes que trabajan en la empresa Accenture para escuchar sus experiencias en la firma dedicada a la innovación tecnológica y la robótica.
La compañía cuenta en la Argentina con más de 8.400 trabajadores, de los cuales 1.200 ingresaron durante 2016 y 2017 luego de un compromiso asumido por la administración de Cambiemos.
Se trata de una firma en tecnología digital y marketing interactivo que también brinda oportunidades a personas con discapacidad y provenientes de sectores vulnerables.
Fue en ese marco en el que el jefe de estado decidió salir a ‘contestar’ los reclamos cegetistas: los problemas -sostuvo- se resuelven “a través del diálogo” y advirtió que por la vía de la confrontación los argentinos “siempre hemos perdido”. Al hacer foco en la movilización de ayer, dijo que es “una pérdida de tiempo, realmente no nos lleva a ningún lugar”.
En este contexto, Macri recordó que siguiendo el camino del diálogo con los sindicatos “hemos resuelto el tema de la Reparación Histórica, una parte del impuesto a las Ganancias, los temas que tenían en las obras sociales, ese es el camino”. Y en esa misma línea opinó que “no creo que haya otro. Ya para confrontar hemos perdido. Desde que ustedes no habían nacido ni yo la Argentina viene confrontando y echándole la culpa alguien de lo que nos pasa a nosotros”.
Lo cierto es que en el seno del oficialismo le endilgaron a la manifestación de ayer una motivación “política y electoral”. Y, además, expresaron que la marcha le sirvió al cuestionado triunvirato que conduce la CGT para esconder sus diferencias internas. “A muchos gremios les sirve pelearse con el gobierno para preservar la unidad’, analizó un importante funcionario mientras recorría los pasillos del palacio gubernamental.
Por otra parte, otro integrante del gabinete consultado por este diario no dudó en afirmar que la movilización ‘tuvo un componente claramente político. Todas las argumentaciones que habían dado para convocarla era falsas: ahora crece el empleo según INDEC cuando antes lo había dado a la baja, llevamos cuatro trimestres de aumento de la actividad en los que no sólo sube el agro sino también la construcción y la industria’.
El ministro, que prefirió el anonimato, dijo además que el gobierno “va a volver a convocar a todos los sectores para lograr medidas por consenso”.
Sin embargo, no quiso arriesgar si después de las elecciones del 22 de octubre el oficialismo volverá a llamar a los líderes sindicales y empresarios a participar de las ‘Mesas para la Producción y el Trabajo’ que se realizaron en 2016 y se truncaron en enero pasado porque, al decir del sindicalista Juan Carlos Schmid, se había quebrado “la confianza”. Al respecto, el funcionario fue lacónico: ‘Va a volver el diálogo’
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