Patricia López Vergara, una jueza con un perfil excéntrico y polémico

Tiene un despacho exuberante y lujos que llaman la atención de quienes la visitan. Lapiceras Mont Blanc, sillones recubiertos de pieles, banquetas con estampado animal print, un banco indonesio con forma de mano, un teléfono en forma de stiletto rojo con lentejuelas, un grabado con reminiscencias de su libro preferido (Alicia en el país de las maravillas), alfombras persas, lámparas art deco y Tiffany.

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‘Los jueces tienen que trabajar en un ambiente lindo. Yo paso más horas acá que en mi casa. El arte me apasiona en todas sus manifestaciones: soy una apasionada de la pintura y de la música. Y en todos los aspectos de la vida, cuanto más sensible es un ser humano, mejor. En la Justicia necesitamos gente sensible’, contó al semanario Democracia en 2012.

López Vergara es muy recordada por haber usado un excéntrico sombrero cuando falló a favor de los artesanos en la puja por el espacio en el microcentro porteño, en agosto de 2012. En ese conflicto, López Vergara dictó una medida de ‘no innovar’, por lo que los artesanos que protestaban para poder vender sus productos en esa calle pudieron quedarse allí comercializándolos.